Un fotógrafo zaragozano irá a prisión por abusar de una chica de 16 años a la que captó para anunciar 'brackets'

El Tribunal Supremo ha confirmado la condena de 4 años y medio de cárcel que impuso al acusado la Audiencia de Zaragoza por delitos de abuso sexual y corrupción de menores.

El condenado solo puede recurrir ante el Tribunal Constitucional para intentar evitar su ingreso en prisión.
El condenado solo puede recurrir ante el Tribunal Constitucional para intentar evitar su ingreso en prisión.
Óliver Duch

La Sala de lo Penal del Tribunal Supremo acaba de confirmar la condena de cuatro años y medio de prisión que la Audiencia Provincial impuso al fotógrafo zaragozano Roberto Coll Sanz (45 años) por los abusos sexuales a los que sometió a una menor a la que captó como modelo publicitaria en el verano de 2013. Ello implica que, salvo que presente y prospere un recurso de amparo ante el Tribunal Constitucional, la sentencia será firme y el acusado tendrá que ingresar en breve en el centro penitenciario de Zuera.

Según el fallo condenatorio, el fotógrafo consiguió entrar en contacto con la víctima, de 16 años, ofreciéndole hacer de modelo para una campaña de correctores dentales (‘brackets’). Sin embargo, lo que realmente pretendía este hombre era quedarse a solas con la menor para forzarla a posar sin ropa y satisfacer sus instintos sexuales. De ahí que su familia, a través del letrado Jesús García Huici, se personara también como acusación particular.

Durante el juicio, el encausado dijo estar convencido de que la chica era mayor de edad. Sin embargo, el tribunal ya no aceptó entonces esta excusa y le recordó que la propia madre de la denunciante le advirtió que su hija era menor. Es más, llegó a preguntarle si necesitaba que le firmara alguna autorización para llevar a cabo la sesión fotográfica.

La defensa hizo hasta ocho alegaciones al primer fallo, pero todas ellas han sido desestimadas ahora por el Supremo, que considera que la Audiencia de Zaragoza hizo una "valoración racional" de la prueba practicada. En cuanto al delito de abuso sexual continuado por el que se condenó a dos años y tres meses a Roberto Coll, los magistrados entienden que ninguna duda existe acerca de su comisión. "Tocar los pechos y el culo a la chica, estando esta medio desnuda, frotar su pene contra sus nalgas, darle un consolador con un preservativo diciéndole que lo chupara, llegando a rozar con los labios la punta del mismo, a indicación del acusado, son actos todos ellos de inequívoco significado sexual y atentan contra la libertad sexual de la víctima", aclaran.

El abogado del condenado consideraba "desproporcionado" que por el delito de corrupción de menores se impusieran a este otros dos años y tres meses de cárcel, cuando, decía, el castigo podía sancionar con una multa. A este respecto, la Sala insiste en la gravedad de los hechos y recuerda que "hubo de todo menos penetración".

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