La Audiencia decidirá si el atleta Iván Ramírez fue atacado de forma alevosa o imprudente

Las acusaciones piden 12 años de cárcel por las lesiones que han dejado al atleta secuelas neurológicas irreversibles y la defensa reclama la absolución o dos años de prisión que el acusado ya habría cumplido. Este miércoles ha solicitado su puesta en libertad provisional.

Ivan Krasimirov, con camisa de cuadros, y Aleks T., durante el juicio que este miércoles ha quedado visto para sentencia.
Ivan Krasimirov, con camisa de cuadros, y Aleks T., durante el juicio que este miércoles ha quedado visto para sentencia.
Raquel Labodía

Iván Krasimirov, de 26 años, golpeó al atleta Iván Ramírez, de 40, con los puños, «como los hombres», como le dijo a la Policía Local de Ejea, a la que también reconoció que lo había citado para darle una «paliza» por las fotos obscenas que había enviado a su novia. Las médicos forenses han confirmado este miércoles que, efectivamente, solo fueron dos o tres puñetazos, pero tan brutales que le causaron tres fracturas: una en la zona temporal izquierda del cráneo (en la sien), una nasal y otra occipital (parte posterior de la la cabeza) producida al caer al suelo por los golpes anteriores.

Las dos heridas de la cabeza generaron un edema encefálico que derivó en daños neurológicos severos y lesiones e irreversibles. Según las doctoras del Instituto de Medicina Legal, el atleta andorrano ha quedado totalmente incapacitado para una vida normal.

Desde la agresión presenta alteraciones del lenguaje, su discurso no es coherente, no le salen las palabras que quiere decir, repite lo que acaba de oír, tiene mucha fatiga y dispersión mental, no puede centrar la atención más de unos minutos, tiene alterada la memoria y hay que indicarle todas las cosas para que las haga. A esto se añade una ceguera del campo visual derecho, lo que incrementa su inestabilidad. Necesita la supervisión constante de una persona para dirigirle y corregirle.

Tanto el fiscal como la acusación particular, ejercida por la abogada Mercedes Lasierra, solicitan 12 años de prisión para el acusado por un delito de lesiones agravadas cometidas con alevosía. Argumentan que fueron Iván Krasimirov y su novia Carla C. (prima segunda de Ramírez, que en octubre de 2016 tenía 17 años aunque a la víctima le dijeron que tenía 18), quienes le hicieron «insinuaciones» para que acudiera al corral de Ejea donde fue golpeado. En su informe han recordado que, tras un primer mensaje que envió el atleta a su prima diciéndole lo guapa que era, fue él quien «tomó el control» de la situación y, de acuerdo con su novia, se hizo pasar por ella y durante tres días estuvo respondiéndole a sus proposiciones, que Ramírez fue subiendo de tono llegando a remitirle fotos masturbándose.

«No es no y si es sí. Y ella había consentido estar con Iván Ramírez», ha dicho la letrada para explicar por qué su cliente fue aquella noche a Ejea. «Fue una alevosía traicionera. Él pensaba que iba allí a otra cosa y ellos estaban escondidos esperándole», ha apuntado el fiscal, en alusión a Iván Krasimirov, su novia Carla C. y su primo Aleks T., que está acusado de omisión del deber de socorro, delito que también atribuyen a Krasimirov.

Ambas acusaciones han destacado que, aunque todos escucharon el ruido que hizo su cabeza al romperse contra el suelo y que empezó a sangrar por la nariz y por la boca, decidieron dejar a Ramírez solo en su coche y no llamar a las asistencias, argumentando que fue el propio atleta quien les dijo que estaba bien. Las dos horas que tardó en recibir asistencia, gracias a un vecino que lo vio semiinconsciente en el coche, agravó sus lesiones.

El abogado de Krasimirov, José Cabrejas, alegó que su cliente no actuó con dolo y que causó las lesiones por imprudencia. Ha señalado que ha quedado demostrado que los hechos sucedieron tal y como dijo desde un principio: «Que le dio dos o tres puñetazos, nada más; no hubo una gran paliza de la bestia búlgara como se le ha llamado ni él pretendía o se imaginaba que se iban a producir esos daños.

Ha expuesto además que concurren las atenuantes de confesión, arrebato, reparación del daño y dilaciones indebidas «Admitió los hechos desde el principio y que se prestó a ayudar a Ramírez, auxilio que este rechazó», ha indicado. Cabrejas ha incidido en que el acusado deposita cada mes 500 euros en el juzgado y que a Aleks T. le embargan 200 mensuales para reparar el daño, y ha criticado que la acusación no haya cogido ese dinero, que admitió está muy lejos de los 320.000 que piden de indemnización. Ha reprochado igualmente los retrasos «injustificados» en el procedimiento causados por «peticiones ilusorias» de la acusación y ha solicitado la libertad provisional de su cliente.

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