Una violenta colisión entre el tranvía y un turismo que parece que se saltó el semáforo que regula el cruce de Gran Vía con la avenida de Goya obligó a asistir este miércoles a varias personas, causando además importantes afecciones tanto al tráfico rodado como al servicio de viajeros. El choque y posterior descarrilamiento se produjo poco después de las dos de la tarde, pero las labores para volver a introducir el convoy siniestrado en la vías se prolongaron durante unas dos horas y media. De hecho, según fuentes de los Tranvías de Zaragoza, fue a las cuatro y media cuando se volvió a dar servicio completo en toda la línea.

La Policía Local informó en un primer momento de que había varias personas heridas, por lo que enseguida se desplazaron hasta el lugar del accidente los Bomberos de Zaragoza. Finalmente, los sanitarios de la uvimóvil del 080 asistieron in situ tanto al conductor del Opel Corsa implicado en el choque como a un par de pasajeros del tranvía. Al parecer, estos últimos sufrieron algún golpe como consecuencia del frenazo brusco que tuvo que dar el conductor. Sin embargo, ninguno de los heridos revestía lesiones de gravedad y no fue preciso evacuar a nadie a centros hospitalarios.

El conductor del turismo chocó contra la cabeza del primer vagón, que circulaba en dirección hacia las cocheras de Valdespartera. Ello hizo que el tranvía descarrilara, pero sin llegar a salirse de su traza e invadir la calzada. Los pasajeros fueron desalojados sin problemas de los vagones, pero fue necesario movilizar una gran grúa para elevar el convoy y volverlo a colocar en los raíles. Aunque se temía que la compleja maniobra pudiera prolongarse hasta bien entrada la tarde, afortunadamente la pericia de los técnicos permitió reabrir la línea a primera hora.

En cuanto a las causas de este último accidente del tranvía, fuentes policiales indicaron este miércoles que todavía es pronto para concretarlas, ya que habrá que hablar con los implicados y visionar las grabaciones de las cámaras. Por su parte, desde los Tranvías de Zaragoza aseguraron que ya habían revisado las imágenes y el turismo -que circulaba por la avenida de Goya en dirección hacia el Portillo- se habría saltado un semáforo en rojo.

Según la empresa concesionaria, el siniestro obligó a interrumpir el tráfico exclusivamente entre las paradas de plaza de España y La Romareda. En cualquier caso, los usuarios dispusieron en todo momento de un servicio de autobús alternativo.

"El vagón se ha tambaleado"

"Hemos escuchado un ruido fuerte y el tranvía se ha tambaleado", expresaba una de las pasajeras del tranvía minutos después del accidente. "Un par de pasajeros se han hecho daño en la rodilla y en la cabeza", añadía la mujer. Fueron precisamente estas personas las que luego fueron atendidas por los médicos de la ambulancia.

Según el subjefe de los Bomberos de Zaragoza César Bayón, cuando se produjo el accidente que provocó el descarrilamiento, el coche "intentaba apartarse" para que pasara una ambulancia. Según el oficial, el vehículo iba en servicio de urgencia cuando el turismo siniestrado trataba de retirarse, metiéndose en la traza del tranvía.

Con el de ayer, son cinco los descarrilamientos que ha sufrido el tranvía desde que se puso en marcha en 2011, siempre provocados por conductores que invadieron las vías sin preferencia. El último se produjo durante las fiestas del Pilar de 2017 y llevó al Ayuntamiento de Zaragoza a admitir que el protocolo de respuesta ante las averías del tranvía era insuficiente.

El tramo de vías que discurre entre las plazas de San Francisco y Aragón se ha cobrado además este año dos vidas, en los dos atropellos que se registraron en enero.