La Policía de Zaragoza detecta a 24 conductores ebrios en siete días
Los agentes han llevado a cabo más de 1.500 pruebas de alcoholemia y los resultados han mejorado sensiblemente con respecto a los de 2017.
La Policía Local de Zaragoza ha detectado a 24 conductores bajo la influencia del alcohol o las drogas en la última campaña realizada en coordinación con la Dirección General de Tráfico (DGT) entre el 5 y 11 de junio, el 1,3 por ciento de todas las pruebas realizadas.
Durante este período se han llevado a cabo 1.558 pruebas de alcoholemia y los resultados han sido sensiblemente mejores a los de 2017, ya que en esta ocasión se han formalizado 16 denuncias administrativas por positivos en alcohol frente a 53 el año pasado, lo que supone una reducción de aproximadamente una tercera parte.
El número de positivos que han conllevado denuncia penal ha sido 4 (en 2017 fueron 7), según ha informado el Ayuntamiento de Zaragoza.
En cuanto a drogas, se han detectado tres positivos que han conllevado denuncia administrativa y se ha denunciado un delito contra la seguridad vial por conducir bajo la influencia de drogas, mientras que el año pasado no hubo ninguna.
Únicamente se somete a la pruebas de drogas a aquellos conductores que, habiendo dado cero en alcohol, presentan signos de encontrarse bajo el efecto de alguna sustancia.
Las sanciones, en el caso de una denuncia administrativa (tasa de alcohol en sangre superior a 0,5 gramos por litro, o de alcohol en aire espirado superior a 0,25 miligramos por litro) pueden alcanzar los 1.000 euros y suponer la retirada de entre 4 y 6 puntos del carnet.
Si la tasa de alcohol en aire espirado es superior a 0,60 miligramos por litro o la tasa de alcohol en sangre de más de 1,2 gramos por litro, se considera delito, por lo que la pena prevista es de prisión de tres a seis meses y, en cualquier caso, la retirada del carnet por hasta cuatro años.
Más allá de las sanciones, la Policía Local de Zaragoza insiste en que el alcohol está presente como factor concurrente o desencadenante en un tercio de los accidentes mortales. Su presencia en la conducción, dependiendo de su tasa, multiplica entre 2 y 15 el riesgo de sufrir un accidente y la única tasa segura es cero.
