Acusados de rajar la cara a un joven en plena Calle Alfonso I para quitarle el móvil
Los dos agresores, que salieron huyendo tras causar a la víctima un corte de 12 centímetros, fueron detenidos después junto al río Ebro y se enfrentan ahora a penas de hasta seis años de cárcel.
La violencia con la que se emplearon dos hombres la pasada víspera de Reyes para robar el móvil a un joven, al que hicieron un corte en el rostro de 12 centímetros, podría llevarles ahora seis años a prisión. Porque aunque la Fiscalía pide para los agresores, Óscar D. E. (39 años) y Francisco Javier G. I. (42), sendas penas de dos años y medio, la acusación particular considera que su desproporcionada acción debe acarrear un castigo mucho mayor. Además, el ataque se produjo en plena calle de Alfonso I de Zaragoza y provocó bastante alarma.
Como recuerdan ambas acusaciones, los hechos se produjeron sobre las 3.45 cuando la víctima caminaba mirando la pantalla de su celular. Al ver que iba solo y distraído, Óscar D. E. se puso detrás de él y le colocó un objeto punzante en la zona lumbar. Acto seguido, le dijo que se desviara hacia la calle de Fuenclara o de lo contrario le clavaría el cuchillo que empuñaba.
Convencido de que la intención de la persona que le amenazaba era sustraerle el teléfono, el joven se lo cambió rápidamente de mano. Pero entonces entró en acción el segundo acusado, Francisco Javier G. I., quien se había puesto de acuerdo con el primero para cortar el paso a la víctima y obligarla a salir de la calle de Alfonso I.
Temiendo por su integridad, el joven trató de zafarse de estos dos hombres. Lo hizo, dice la Fiscalía en su escrito de calificación, lanzando un manotazo ciego hacia atrás para neutralizar a quien le marcaba el paso con el arma blanca. Pero el agresor le lanzó entonces una cuchillada a la parte izquierda del rostro, haciéndole un corte de carácter longitudinal desde el pabellón auricular hasta el ángulo de la mandíbula.
Como consecuencia de la agresión, la víctima empezó a sangrar, momento en el que los dos hombres huyeron a la carrera. Conocedora de lo ocurrido, la Policía movilizó enseguida varias patrullas para que peinaran la zona en busca de los fugados. Finalmente, estos fueron localizados en el paseo de Echegaray y Caballero. Al cachear a los detenidos, un agente comprobó que Óscar D. E. todavía portaba la navaja con la que había cortado al joven.
Según el escrito de calificación del abogado Carlos Vela, que representa al herido, antes de ser arrestado, el portador del arma blanca se hizo un corte así mismo "con intención de ocultar los restos de sangre que pudieran encontrarse en el filo". Sin embargo, al analizar la navaja en el laboratorio para hacer un informe de ADN, se halló una mezcla de perfiles genéticos, tanto de la víctima como del agresor.
Los dos agresores estuvieron en prisión preventiva por estos hechos durante casi mes y medio.
