Orden de busca y captura para tres ladrones que robaron 1.970 metros de cable del AVE

Un juzgado zaragozano se ha visto obligado a suspender por tercera vez un juicio contra seis acusados de robar casi dos kilómetros de cable de cobre de la línea del AVE, ya que permanecen en paradero desconocido. A los acusados, tres de ellos con antecedentes por otros robos con fuerza, no se les ha podido encontrar al no tener domicilio fijo conocido. Ante esta situación, el juez ha ordenado que ingresen en prisión cuando sean localizados y se garantice así su presencia en el tribunal.

Los hechos se remontan a junio de 2012, cuando los robos de cobre estaban en pleno apogeo –solo en Aragón se denunciaban más de 300 cada año– y las líneas ferroviarias eran un filón para los delincuentes especializados en estos delitos. Según la Fiscalía y la acusación particular, ejercida por la empresa pública Adif (Administrador de Infraestructuras Ferroviarias), los acusados Nitu y Marian Tanase, David y Adrian Paun, Denis Katrin y Vasile Leanca, sustrajeron presuntamente 1.970 metros de cable de energía de la línea del AVE a su paso por Zaragoza y causaron daños valorados en 148.462 euros.

Tras arrancar el material de las arquetas, lo cortaron en trozos de metro y medio cada uno aproximadamente, lo apilaron en la canaleta que discurre en paralelo a la vía y lo taparon con arbustos para recogerlo posteriormente. Dos vigilantes de seguridad detectaron en las inmediaciones la presencia de un Opel Vectra utilizado como vehículo de vigilancia para avisar a los componentes de la banda en el caso de ser sorprendidos. Al darle el alto, el conductor salió huyendo y el coche fue hallado poco después debajo del puente de la Z-40, a unos tres kilómetros de donde se había producido el robo.

Unos minutos más tarde, la Policía Local detuvo a los acusados cuando circulaban en un BMW y un Volvo a gran velocidad por la avenida de Navarra, en la confluencia con la avenida de Madrid. En su interior, hallaron restos de polvo y sustancias vegetales propias de la zona de la que se sacó el cobre, así como cuatro ‘walkie talkies’ con la misma frecuencia. Al parecer, la mayoría de ellos residían en ese momento en poblados chabolistas de Madrid.

La Fiscalía solicita para cada uno de los acusados un año y ocho meses de cárcel mientras que Adif, representado por las abogadas Nuria Souto y Belén Tambo, elevan su petición a cuatro años para cada uno de los reincidentes y tres para el resto.