Aunque no se están dando las escandalosas subidas que se aprecian en Madrid o Barcelona, al Ayuntamiento de Zaragoza le preocupa mucho el incremento de los alquileres en la capital aragonesa, "que dificultan el día a día de las miles de familias que optaron por arrendar". El concejal de Vivienda, Pablo Híjar, calculó ayer que aproximadamente un tercio de la población de Zaragoza se encuentra en exclusión residencial o en riesgo de padecerla, por lo que insistió en la necesidad de cambiar la ley de arrendamientos urbanos "para regular los alquileres abusivos y mejorar el acceso a la vivienda".

Híjar, que clausuró ayer unas jornadas de la Cátedra Zaragoza Vivienda, dijo que el alquiler a orillas del Ebro se ha incrementado, desde el año 2014, más de un 15%. "Cada ciudad lleva su ritmo pero es una cifra preocupante. Aunque estamos lejos de los máximos que se están dando en Madrid y Barcelona, hay que recordar que la rentas no son las mismas", explicó.

La crisis de las hipotecas

Según el Instituto Nacional de Estadística (INE), unas 68.200 familias residen en Zaragoza en una vivienda de alquiler declarado, una cifra que no ha parado de crecer en los últimos años, en los que el sector se ha refugiado en los arriendos ante el desplome de la operaciones de compraventa por la crisis inmobiliaria. En los peores momentos de la recesión, más de 30.000 familias pasaron a vivir de alquiler en Aragón –de poco más de 60.000 en 2012 a 92.083 dos años después– y, además, hay que tener en cuenta que todas estas cifras dejan fuera el importante mercado negro.

Los precios medios en Zaragoza para un piso medianamente céntrico y bien equipado superan ya los 650 euros al mes y los barrios con buenos servicios y comunicaciones (Universidad, Romareda o Actur) son los más deseados. En cuanto al tipo de núcleo familiar que paga un alquiler todos los meses por una vivienda, el perfil mayoritario en Zaragoza es el de parejas con hijos: casi 20.000 casos (28,2% del total de arriendos).

Plan de inversión

Híjar insistió en la necesidad de volver a ampliar la vigencia de los contratos a cinco años prorrogables por otros cinco (en la legislación actual es de tres más uno) y también apostó por aumentar el parque público de alquiler de vivienda. De hecho, informó de que se llevará a un próximo pleno un plan de inversión de 70 millones de euros, que cuenta con financiación de la UE y que supondrá la construcción de más de 300 viviendas de alquiler social, así como la rehabilitación de 848 viviendas de alquiler municipal.

En la Cátedra, celebrada ayer en el Paraninfo con más de 180 inscritos, se presentó el proyecto de investigación Ecoregen por el que se han estudiado 19 conjuntos de vivienda construidos en Zaragoza tras la Guerra Civil y hasta 1979. Incluyen 7.201 viviendas en 222 bloques, en los que se ha comprobado que el grado de obsolescencia de los edificios es desigual. Los conjuntos residenciales de Casta Álvarez, el corazón de Torrero y Balsas de Ebro Viejo están entre los que necesitan una intervención más urgente.