El diluvio de La Romareda
Todas las predicciones meteorológicas anunciaban lluvia en Zaragoza el pasado sábado durante el partido de La Romareda entre el Real Zaragoza y la SD Huesca. Los casi 30.000 espectadores estaban pertrechados de chubasqueros y paraguas, pero pudieron disfrutar, porque no cayó ni una gota hasta el minuto 80, aproximadamente. Rafael Requena, jefe de la Aemet, se lo avisó a sus amigos que estaban en el campo y acertó. Con el Real Zaragoza ganando 1-0, nadie se movía del sitio en los últimos compases del encuentro. Y la tormenta dejó caer sobre la ciudad un diluvio que cogió a la mayoría celebrando la victoria y a la minoría aplaudiendo a su equipo por su esfuerzo. Parecía que estaban en un partido de la Premier inglesa en lugar de la Segunda División española, por la tromba que cayó. Acaba de terminar un derbi que reunió a las dos aficiones en un momento en el que coincide que ambos equipos pueden aspirar a subir a Primera. Dieron una lección de buena relación, pero salieron chipiados.
La salida del vetusto estadio, inaugurado en 1957 y apenas restaurado, fue una carrera de los espectadores en busca de un techo, entre charcos y una lluvia pertinaz, que apenas podían superar más que llenando los bares de la zona cercana. Ni el tranvía ni los autobuses ni los taxis (estaban de servicio la mitad de los 1.800) daban abasto con los aficionados que salían de los vomitorios de La Romareda y querían volver a sus casas sin tener que utilizar los coches. Algunos de los espectadores del fútbol querían llegar también al baloncesto del Tecnyconta contra el Joventut, para completar la jornada deportiva al otro lado de la ciudad, en el Príncipe Felipe. Más parecían unos actores secundarios de Cantando bajo la lluvia que unos ciudadanos aguardando servicios municipales para conectar la ciudad en un sábado para recordar, tanto por los partidos como por la que cayó. La Aemet informa de que en tres horas (20 a 23) cayeron 21 litros en el aeropuerto y 26 en Valdespartera. Esa precipitación se acercó a los 39 litros de media en abril.
