De Zaragoza a Viena: 25 años de la Escuela de Música La Paz
El centro, dirigido por Luis Antonio Bellido, está de celebración. Comenzó como un pequeño proyecto de barrio y ahora llega a tener alumnos en lista de espera.
Anímate a hacer lo imposible, porque lo posible lo hace cualquiera. Esa es la frase de cabecera de Luis Antonio Bellido, que le ha impulsado a conseguir que su pasión se torne en profesión. Tras formarse en las especialidades de guitarra clásica, instrumentos de púa, solfeo, teoría musical y transposición y acompañamiento, llegó al barrio de La Paz dispuesto a abrir una escuela de música. Ahora, el centro cumple 25 años de vida y su buen hacer le lleva a tener hasta alumnos en lista de espera.
La Escuela de Música La Paz es fruto de la inquietud de Bellido y del movimiento social presente en el barrio zaragozano en los años 90. Cuando Luis Herrando presidía la asociación vecinal, peleó por asentar la cultura entre los residentes, pero fue conocer a Bellido y se juntó el hambre con las ganas de comer, dice el director de la escuela, que tenía por aquel entonces en mente difundir la enseñanza musical entre los sectores de población que no se pudieran costear unos estudios privados.
En 1993 abrió sus puertas el centro, a medio camino entre lo social y lo cultural, con la intención de formar a niños, jóvenes y adultos a través de una enseñanza de calidad con precios económicos. Bellido recuerda que el proyecto empezó como algo pequeñito, sin fondos, y que entre él y los alumnos matriculados compraron una primera cadena de música. Medio centenar de vecinos del entorno ocupó las aulas al inicio de la actividad, pero ahora, no bajamos de 150, viene gente de varios puntos de la ciudad y hay personas que se quedan esperando a tener plaza el curso que viene, explica Bellido.
El director cuenta que la escuela aúna el aprendizaje de manera lúdica con la práctica de la convivencia y de la tolerancia por los demás. Actualmente, seis profesionales titulados completan el plantel de profesores, e imparten clases desde iniciación a la música para niños de 3 a 5 años hasta cursos de formación para adultos. Tampoco faltan materias que se pueden encontrar en cualquier conservatorio, como lenguaje musical, armonía, música de cámara, contrapunto, técnica vocal, canto coral o historia de la música, y la oferta instrumental consta de clases de piano, guitarra clásica, instrumentos de púa, acordeón, flauta travesera, violín, viola y violonchelo.
El centro tiene el reconocimiento de escuela de música por el departamento de Educación del Gobierno de Aragón, y con el paso de los años ha consolidado diferentes formaciones musicales que han participado en importantes proyectos a nivel local, nacional e internacional. Estas son la Schola Polifónica (coro mixto), la Camerata (orquesta de cámara) y la Escolanía (coro de voces blancas cantando en polifonía).
Para el equipo profesional de la escuela, la música alcanza su verdadero sentido cuando se comparte con los demás, por eso no se han limitado a enseñar y se han esforzado por integrar a sus alumnos en la vida cultural a través de conciertos y actividades. Bellido destaca la participación de la Escolanía en el Festival de Cine de Zaragoza o en el de Fuentes de Ebro. Entre los grandes hitos también se encuentra la participación de la Schola Polifónica en el Haus Hetzendorf de Viena, por el centenario de la muerte de Johann Strauss, o la actuación realizada en la basílica de San Pedro del Vaticano.
La celebración del 25 aniversario comenzó este año con una gala en la sala Galve del Auditorio de Zaragoza, en la que se pudo disfrutar sobre el escenario de las tres formaciones y de intérpretes solistas, pero tal y como avanza Bellido, tienen previsto realizar otro concierto conmemorativo en el mes de noviembre en la iglesia de San Carlos de Zaragoza. La agenda de 2018 de la escuela también recoge sus ya tradicionales Jornadas Corales La Paz, en las que se invita a formaciones de toda España a actuar en la iglesia de Santa Isabel de Portugal el primer domingo de mayo.
El lado más solidario del centro le lleva a realizar desde 2010, todos los meses de diciembre, un concierto solidario, gracias a la estrecha colaboración de la asociación de vecinos del barrio de La Paz y de la parroquia de San Eugenio. El objetivo de este año también será recoger alimentos no perecederos y alcanzar la cifra de ediciones anteriores: conseguir 800 kilos de comida en media hora antes de la actuación.
