Los trabajadores del tranvía decidirán la próxima semana si finalizan, prolongan o incluso recrudecen los actuales paros parciales en el servicio más allá del próximo 7 de abril, fecha que se habían marcado inicialmente para terminar con la protesta. El comité de huelga planteará la consulta a los conductores para que sean ellos los que voten y tomen la decisión tras fracasar las negociaciones con la empresa.

El diálogo se rompió el lunes en el segundo encuentro entre las partes con el mediador de Inspección de Trabajo. Un órgano ante el que, precisamente, los representantes sindicales anuncian que presentarán en los próximos días una denuncia por el incumplimiento, aseguran, de los turnos de descanso de los conductores. «No se han presentado los cuadros de marcha que garanticen el descanso de los conductores ni se ha justificado por parte de la empresa que se estén disfrutando los descansos que afirman que tienen los conductores a día de hoy», señalaron en un comunicado tras el encuentro.

Por ello, la presidenta del comité, Pilar Fuentes, confirmó ayer que están redactando junto a sus servicios jurídicos la denuncia que presentarán previsiblemente esta semana. En cambio, desde la empresa defienden que han demostrado el «cumplimiento estricto» del convenio colectivo y de los acuerdos alcanzados en el SAMA el pasado octubre, en el último amago de huelga de los conductores, y que es el origen del actual conflicto.

De hecho, los trabajadores acusan a Tranvías Urbanos de Zaragoza del retraso en la implantación del control de horas de conducción, y de no presentar la memoria de reparaciones en elementos que afecten directamente a los trabajadores. Tampoco obtuvieron un compromiso firme, dicen, para adecuar la zona de descanso provisional ni los planes para la definitiva. La empresa lo niega y hace un llamamiento al colectivo de conductores para «revisar con responsabilidad y coherencia los acuerdos alcanzados». Por todo ello, «ante la imposibilidad de negociar con una empresa que afirma que ya cumple con todo, los conductores mantendrán los paros previstos muy a nuestro pesar», defendió Fuentes.

Más afecciones

Sin embargo, el diálogo está roto. Fuentes de la negociación reconocen que el propio mediador desistió de concertar un nuevo encuentro «para no perder el tiempo» ante la distancia existente entre ambas partes. La fractura se evidenció en la protesta que llevaron a cabo los trabajadores ayer ante la oficina de atención al cliente de Tranvías Urbanos, en la Gran Vía. Medio centenar de conductores y representantes sindicales exigieron a la empresa una solución.

Mientras tanto, los paros parciales se repitieron a las horas punta del servicio. Entre las 8.00 y las 10.00 y entre las 19.00 y las 21.00 circularon la mitad de los convoyes, de acuerdo a los servicios mínimos decretados por el Ayuntamiento de Zaragoza. El lunes el pleno municipal rechazó incrementarlos, tal y como pedía el Partido Popular. De nuevo las mayores afecciones se registraron por la mañana, pese a que los usuarios adecúan sus itinerarios en función de la huelga, que volverá mañana en el mismo horario.