Tranvías hasta los topes y largas esperas en las paradas en la primera jornada de huelga

La operadora de la línea y el comité de empresa siguen sin fijar una fecha para volver a negociar.

La huelga del tranvía se notó. Los paros parciales, entre las 8.00 y 10.00 y las 19.00 y las 21.00 de este martes, con una flota del 50%, provocaron que numerosos convoyes circularan llenos hasta los topes y con frecuencias de paso que llegaron incluso hasta 18 minutos, circunstancia que suscitó quejas generalizadas por parte de los usuarios. Los paros se repetirán el jueves y el sábado y se prolongarán hasta el próximo 7 de abril si no hay antes un acuerdo entre la empresa y los representantes de los trabajadores.

Tras no llegar el lunes a una solución pactada, los conductores iniciaron a las 8.00 un calendario de paros con unos servicios mínimos que supondrán que haya 9 tranvías en las vías en lugar de los 18 que circulan habitualmente en las horas punta. Según el comité de empresa, el porcentaje de seguimiento de la huelga fue del 90%, cifra que la operadora, Tranvías Urbanos, redujo hasta el 71%, sin contar los servicios mínimos.

En las paradas, el principal problema que se produjo, sobre todo a primera hora, fue el de la imposibilidad de subir a los tranvías por llegar llenos. Los empujones y las apreturas en el interior, además de las demoras en las paradas dado que había dificultades para cerrar las puertas, fueron la tónica general de los paros.

Retrasos y filas en el arranque de la huelga de conductores del tranvía

Las esperas fueron notables, aunque hubo momentos en las horas de huelga en que los tranvías circularon incluso con cierta normalidad. Este hecho suscitó las quejas del comité, que criticó a la empresa por poner trabas a la hora de incorporarse a los paros y por fijar una organización por horarios, no por frecuencias. Por eso, hubo tranvías que se demoraban en exceso (en algún caso se retrasaron hasta los 18 minutos) para que después llegaran varias unidades seguidas.

Muchos usuarios expresaron su indignación. Su sorpresa era total ante la huelga y casi todos se enteraban de la convocatoria de paros al llegar a la marquesina. "He perdido cuatro tranvías y llego una hora tarde. Y nadie informa en las paradas", protestó una pasajera muy enfadada en la plaza de Aragón.

Por la tarde, los problemas se volvieron a repetir, con demoras de hasta 15 minutos. Las frecuencias fueron muy irregulares, y se pudo ver momentos de 5 minutos de espera en un sentido y de 13 en el contrario. María Jesús Bello, voluntaria de Zaragoza, trataba de solucionar las dudas de los usuarios. "La gente no está informada y se queja. Hay quien dice que esto no afecta al alcalde, que al final siempre pagan los mismos", apuntaba.

Críticas de los sindicatos

El comité lamentó las dificultades que puso la operadora para que los trabajadores se incorporaran a los paros. "La empresa está adecuando los horarios a su libre albedrío. A las 8.00 tendría que haber 9 tranvías, pero no han cumplido. Hay trabajadores que hasta las 9.00 no se han incorporado a la huelga", dijo Pilar Fuentes, del comité, que indicó que también hubo retraso a la hora de retornar a los puestos.

?La operadora indicó que no hubo incidentes en el primer tramo horario de la huelga y rechazó las críticas del comité. Destacó que se cumplió "escrupulosamente" con el decreto de servicios mínimos, aunque se mostró dispuesta a analizar los "matices" que quieran plantear los responsables del comité, dado que se trata de los primeros paros parciales que afectan al tranvía.

De momento, las negociaciones permanecen bloqueadas y no hay fecha para una nueva reunión. "Deberían mantener la negociación abierta, no se puede cerrar así", protestó Fuentes. Desde la operadora se reiteró que se está cumpliendo el convenio y el acuerdo alcanzado en octubre "Estamos expectantes por la propuesta que vayan a presentar", indicaron fuentes de la empresa.

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