La Misericordia ha vibrado con Manolete y también con Alaska

Hace tres décadas se convirtió en la primera plaza de toros ‘con montera’ de España, una pionera innovación que desde entonces le ha brindado nuevas oportunidades.

La tradición taurina suele afirmar que la feria del Pilar es la última plaza de la temporada, al menos en España, ya que muchos diestros continúan con las faenas al otro lado del charco. No es casualidad sino producto de las fechas en las que se celebran las fiestas de la ciudad, pero la Misericordia es un buen broche de oro para cerrar el año taurino.

La plaza de toros de Zaragoza, con sus 48 metros de diámetro, es una de las más antiguas de España, aunque los festejos taurinos ya se celebraran en otros lugares antes de que fuera levantada. Lo que se conocía como el Campo del Toro en los alrededores de la Aljafería, la calle del Coso, la actual plaza de España que se conocía como de San Francisco, la Magdalena o la ribera del Ebro eran algunos de los emplazamientos donde se toreaban los astados.

En el siglo XVIII, Ramón de Pignatelli decidió construir este coso taurino con el fin de ser una vía de sustento para los niños sin recursos de la casa de la Misericordia, lo que ahora es una sede del Gobierno de Aragón.

Desde entonces este histórico edificio ha experimentado multitud de transformaciones. Una de las más notables fue hace más de 100 años, cuando se ampliaron los tendidos, se creó la enfermería y el deambulatorio, además de darle a su fachada una apariencia similar a la que luce ahora, basada en una estética neomudéjar. Otra de las intervenciones que la convirtieron en un coso taurino único y pionero fue la instalación de una cubierta que tapara por completo la arena y las gradas. Estas obras, que comenzaron en 1988, fueron la llave que abrió la puerta a otro tipo de eventos, como los conciertos de Nacha Pop o Alaska y los Pegamoides a principios de la década de los 80.

Por el ruedo de la Misericordia han pasado grandes maestros del toreo, pero en la grada, con capacidad para 10.000 personas, tampoco han faltado rostros conocidos. Las fotografías históricas han permitido descubrir que Ava Gardner en los años 50, distintos miembros de la Casa Real, la desaparecida duquesa de Alba o Carmen Martínez Bordiú han disfrutado de tardes en sus tendidos o en el callejón.

Los tiempos han cambiado y la Misericordia se ha modernizado, ahora tiene hasta cuenta oficial en Twitter. Sin embargo, entrar a sus corrales, pasear por el ruedo o acceder a la capilla llevan a respirar un ambiente distinto al que se siente fuera, al otro lado del portón de la calle de Vicente Gómez Salvo.

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión