La Policía libera a 16 nigerianas prostituidas en Zaragoza bajo un rito vudú

La operación se ha saldado con 11 personas detenidas que conformaban una organización criminal internacional.

Una de las habitaciones donde estaban estas mujeres
Una de las habitaciones donde estaban estas mujeres
Policía Nacional

La Policía Nacional ha liberado a 16 mujeres nigerianas, de entre 17 y 24 años, que estaban siendo obligadas a ejercer la prostitución en Zaragoza. Las jóvenes eran captadas en su país de origen y viajaban a Europa bajo la promesa de una vida mejor, pero la realidad era que, una vez en España, les obligaban a prostituirse hasta que pagaran la supuesta deuda contraída con la red criminal. Las investigaciones comenzaron hace tres años pero no lograron darle el empuje definitivo hasta el pasado mayo, cuando una de las chicas que estaba siendo explotada se decidió a declarar. Según explicaron este jueves varios responsables policiales, conseguir un testimonio de estas mujeres resulta muy difícil porque están totalmente anuladas. Este operativo ha logrado nueve testigos, "todo un éxito", según dijo Carlos Salicio, inspector jefe de la unidad contra las redes de inmigración ilegal. En la operación han participado agentes de Zaragoza y Madrid coordinados por Ramón Granero, comisario jefe de la Brigada Regional de Extranjería.

La organización estaba formada por 11 personas que fueron detenidas en noviembre. Todas son nigerianas y ocupaban diferentes puestos dentro del grupo: desde un líder espiritual hasta enlaces para traer a las mujeres y las ‘madames’ que las controlaban. El inspector jefe de la Comisaría General de Extranjería y Fronteras, Pedro Bernardo, destacó el «dinamismo» del grupo, que tenía ramificaciones en Italia, Alemania, Dinamarca y Nigeria. Precisamente esta circunstancia hizo necesaria la intervención de analistas de Europol. La Policía señaló que la organización criminal captaba a las potenciales víctimas en Benin City (Nigeria), de donde eran naturales, y en todo momento les ocultaban que la verdadera finalidad del viaje era la explotación sexual.

Un periplo por cuatro países

Desde Nigeria, eran trasladadas a las costas de Libia y de ahí, en pateras o barcos, a Italia. Varias víctimas declararon que durante estos viajes fueron golpeadas y sufrieron agresiones sexuales. En los campos italianos de refugiados, un enlace de la organización recogía a las mujeres para, en autobús o avión, traerlas hasta Zaragoza.

Antes de iniciarse el viaje, un líder religioso hacía a las mujeres un rito de brujería llamado juramento de vudú-juju que consistía en mezclar sangre de animales vivos o muertos con cabellos o uñas de la víctima. Desde ese momento las mujeres creían que quedaban bajo un maleficio que les acarrearía diferentes penalidades (desde la muerte hasta la infertilidad) si lo incumplían. Este rito se volvía a repetir cuando llegaban a Zaragoza, donde la red tenía otro líder espiritual que anulaba la voluntad de las chicas valiéndose de estas creencias. Este hombre oficiaba ceremonias religiosas los domingos en un local de Las Delicias, citas a las que acudían las víctimas. Los explotadores querían así imprimir un carácter «familiar» a la red y tener controladas del todo a las mujeres, además aprovechaban ese encuentro para recaudar el dinero de la semana.

La Policía ha encontrado envíos por valor de medio millón de euros y cuentas bancarias en Nigeria que sumaban un saldo de 200.000 euros. Los agentes creen que los beneficios podrían ser mucho mayores porque es habitual que estos grupos usen redes de confianza para mover el dinero de un país a otro.

La operación sigue abierta porque hay ocho mujeres más que están identificadas pero que no han podido ser liberadas. "La trata de seres humanos es una de las lacras que estamos tratando de combatir con más ahínco", señaló José Ángel González, jefe de la Brigada central contra la trata.

Plan policial contra la explotación sexual

Este operativo se ha enmarcado dentro del plan de la Policía Nacional contra la Trata de Seres Humanos con Fines de Explotación Sexual, puesto en marcha en 2013. Este plan dio lugar a la creación de la Brigada Central contra la Trata de Seres Humanos, adscrita a la Comisaría General de Extranjería y Fronteras de la Policía Nacional. Para denunciar este tipo de casos se activó la línea telefónica 900.105.090 y el correo trata@policia.es para facilitar la colaboración ciudadana y la denuncia, anónima y confidencial.

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