Acusan de una estafa de 191.000 euros al administrador de una conservera

La Fiscalía pide dos años de cárcel para el empresario, mientras que el proveedor que lo denunció solicita cuatro.

El juicio por abusos se celebró en la Audiencia de Zaragoza.
El juicio se celebró en la Audiencia de Zaragoza.
Oliver Duch

Francisco M. U., administrador mayoritario de una conservera de verduras de Mallén, declaró este juevesr en calidad de acusado ante la Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Zaragoza. Al empresario se le atribuye una estafa de algo más de 191.000 euros a uno de sus principales proveedores, otra empresa del sector alimentario con sede social en la localidad navarra de Cortes. Según explicó este jueves el propio acusado durante la vista oral, entre noviembre de 2014 y enero de 2015, su empresa adquirió una gran cantidad de verduras para etiquetarlas con su marca comercial a la compañía navarra, que está personada en el caso como acusación particular.

El volumen de mercancía adquirida fue tan elevado como inusual y obligó a la proveedora a asumir un riesgo de unos 300.000 euros en tan solo un mes, según aseguró ante el tribunal el representante legal de la mercantil navarra. Este hombre señaló que accedieron a formalizar la venta porque mantenían con la compañía administrada por Francisco M. U. una "buena relación" que se remontaba varias décadas atrás. Por esa compra de verduras ya preparadas, la conservera de Mallén emitió pagarés a 90 días que su suministradora nunca llegó a cobrar, ya que la empresa zaragozana entró en concurso de acreedores en febrero de 2015.

Precisamente ha sido este impago el que ha llevado a la firma de Mallén, una de las conserveras de vegetales más conocidas del país (durante la vista oral un contable que había trabajado con la compañía señaló que algún ejercicio llegó a facturar 14 millones de euros), hasta el banquillo de los acusados de la Audiencia de Zaragoza.

La Fiscalía pidió para Francisco M. U. dos años de prisión, mientras que el abogado de la acusación particular elevó su petición a cuatro años. Este empresario declaró que cuando realizó las compras de mercancía la empresa no pasaba por su mejor momento de ventas, pero nunca se planteó que no podría hacer frente a los pagos y justificó la elevada compra de materia prima en una campaña especial de ventas para la Navidad de 2014. El acusado señaló que no ganó nada con el concurso de acreedores de su empresa familiar. Es más, afirmó que llevaba sin cobrar su nómina durante dos años por las estrecheces económicas de la compañía y que prestó, a título personal, unos 600.000 euros para intentar reconducir la situación.

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