Los vecinos proponen crear un grupo técnico que analice el repunte de los atropellos urbanos

La Federación de Barrios y otros colectivos apuestan por campañas a pie de calle para concienciar a los peatones de los riesgos del tranvía, sin descartar las sanciones.

El último accidente mortal se registró el sábado 20 de enero en el cruce de Dato con la Gran Vía zaragozana.
El último accidente mortal se registró el sábado 20 de enero en el cruce de Dato con la Gran Vía zaragozana.
Guillermo Mestre

Los dos últimos atropellos mortales del tranvía han hecho saltar algunas alarmas. Emprender campañas directas a pie de calle para que los zaragozanos tomen conciencia de los riesgos que acarrea convivir con este transporte sin respetar las normas es una medida que los colectivos vecinales consideran necesaria. Para estos, incrementar la vigilancia policial y recurrir a las sanciones económicas a los infractores son otras opciones. En cualquier caso, precisan que la multa debería ser siempre la última alternativa.

La Federación de Asociaciones de Barrios de Zaragoza (FABZ) no es ajena al problema. De hecho, esta misma tarde tiene prevista una reunión de su comisión de movilidad. "Nos gustaría que el Ayuntamiento creara un grupo específico de trabajo con técnicos en seguridad vial para tener constancia del número total de accidentes que se producen en la ciudad con todo tipo de vehículos. Su estudio podría acabar derivando en una propuesta integral con un poso cierto de lo que ocurre en las calles de Zaragoza", explicaba ayer José Carlos Monteagudo, técnico de movilidad de la FABZ.

Puntualizó que si bien es cierto que los dos últimos accidentes ocurridos con el tranvía han sido mortales –lo que lamentó–, no ha sido esto lo habitual desde que se puso en marcha la línea en 2011. "Un solo accidente de avión se cobra muchas vidas de golpe, pero cuando al final se cuentan las víctimas se ve que las carreteras causan muchas más muertes", ilustró. Por eso, abogó por aplicar criterios de "raciocinio", "no sacar las cosas de quicio" y que cualquier medida que se adopte tenga consenso político.

Recordó que la seguridad evoluciona y ahora hay nuevos condicionantes, como el uso de los móviles, que están generando muchos problemas. De hecho, es uno de los aspectos en los que propone actuar a través de campañas directas con presencia de agentes o voluntarios en las paradas.

Señales acústicas y luminosas

Prácticamente un tercio de los atropellos del tranvía se han producido en el entorno de Grancasa, tanto en la avenida Gómez de Avellaneda (8) como en la de María de Zambrano (2). De ahí que desde la Asociación de Vecinos Actur-Rey Fernando apuesten también por una mejora de la señalización y por más campañas para hacer ver a los viandantes que cada vez que cruzan las vías de forma indebida asumen un riesgo. "Esta era la zona de la ciudad donde más colisiones con el tranvía se producían, pero propusimos la instalación de señales luminosas en los cruces y desde hace un año los accidentes se han reducido de forma drástica", comentaba ayer el presidente del colectivo, José Emilio Rodríguez. "Para tratar de solucionar el problema de los atropellos podría hacerse algo parecido –añadía–. Ahora vamos todos más pendientes del teléfono que de otra cosa, pero igual con algún dispositivo luminoso o acústico se podría advertir al peatón del peligro".

El de la margen izquierda es el tramo de la línea donde más velocidad alcanzan los convoyes, pero los vecinos no creen que este sea el problema. "La configuración del barrio, con grandes avenidas, permite ir más deprisa. El problema parece estar más localizado en los pasos de cebra, donde se concentra el mayor porcentaje de siniestros. Por eso y durante algún tiempo, sería bueno que la Policía Local incrementara la vigilancia en estos puntos. Como en otras campañas, los agentes primero podrían advertir al viandante de que su conducta es sancionable, para en una segunda fase multar a quienes crucen en rojo", comentaba Rodríguez. "A veces, parece que solo nos entran las cosas cuando nos rascan el bolsillo".

En cualquier caso, la Policía Local no ha recibido todavía ninguna orden para sancionar con más rigor a quienes cruzan las vías del tranvía de forma irregular. Las multas por infracciones leves se castigan con 36 euros, mientras que las graves tienen un importe de 200. Pero como históricamente las sanciones a los peatones han sido impopulares, desde algunos sectores se habla de la necesidad de introducir una sanción intermedia para concienciar de forma efectiva sin causar un trastorno económico al ciudadano.

Cada año se producen en la capital aragonesa unos 245 atropellos. Según las estadísticas de la Policía Local, en el quinquenio 2011-2015 se registró una media anual de 245 víctimas, con un promedio de 3 muertos, 50 heridos graves y 195, leves.

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