Un siglo de aviación en la Base

Francisco Núñez y Eduardo Bayón celebran 50 años como mecánicos del Ejército del Aire. Reviven su historial en los Hércules en la guerra del Golfo, África, Bosnia e Iraq.

Eduardo Bayón y Francisco Núñez ojean un libro de la historia de los Hércules.
Eduardo Bayón y Francisco Núñez ojean un libro de la historia de los Hércules.
Guillermo Mestre

Francisco Núñez nació en un pequeño pueblo de Badajoz, Santa Marta de los Barros; y Eduardo Bayón en Barrillos de las Arrimadas (León). Los dos han pasado buena parte de su vida siendo mecánicos de aeroplanos, hecho que celebraron recientemente en la Academia Básica del Ejército del Aire, subidos en los aviones T-10 Hércules de la Base de Zaragoza. Núñez y Bayón empezaron a formarse con 17 años y han aterrizado en 54 países con el avión de transporte más longevo de la historia de la aviación en España. El primer modelo de T-10 llegó el 18 de diciembre de 1973 a la Base y todavía resistieron unos años antes de su sustitución por el nuevo A400M.

En el año 1971 ya eran sargentos y, aunque empezaron como mecánicos de los aviones Phantom en la Base de Torrejón, en 1975 ya estaban en Zaragoza. Dos años después de la llegada de los Hércules, en los que han llegado a volar 1.300 horas. Los dos mecánicos se casaron con zaragozanas y se quedaron en la capital aragonesa. Vivieron la erupción del Lago Titicaca (Bolivia), un terremoto en México y la guerra civil de Nicaragua, entre otros. Pero el primer recuerdo nítido que tienen es el despliegue de los primeros cascos azules de militares españoles en Namibia en 1989 y su colaboración en la guerra del Golfo en 1990-1991.

"¿Quién iba entonces a África? La ONU eligió a España para llevar sus cascos azules para apoyar la independencia de Namibia. El país había estado sometido 70 años a Sudáfrica y finalmente se iban de allí", rememora Núñez, quien además de mecánico era fotógrafo y lo plasmó.

También desvelan que en la Primera Guerra del Golfo en agosto de 1990 hicieron varios viajes desde la Base de Zaragoza hasta la de Morón, con 20 toneladas de bombas en cada vuelo para cargarlas en los bombarderos norteamericanos B52.

Bayón y Núñez apuntan que hicieron el primer viaje a Amman (Jordania) y rescataron a ochenta personas, por petición del secretario general de la ONU. En ese conflicto, relatan que también salvaron al embajador español de Kuwait, ante la posibilidad de que cayera en la invasión de las tropas de Iraq, en la llamada Operación del Tormenta del Desierto. Asimismo, también trasladaron a las tropas británicas, vulgarmente conocidas como ‘Ratas del desierto’. "Conocimos el riesgo de los misiles Scud que se lanzaban desde Iraq hacia Israel y Arabia Saudí cuando volábamos", señalan.

Además, el avión Hércules reabastece de combustible en vuelo a los cazabombarderos F-18 y la primera fotografía que se hizo de esta acción fue del mecánico Francisco Núñez en 1983, y que fue publicada en medios de comunicación nacionales. En 1994, esa imagen se multiplicó en la guerra de Bosnia. Llevó a los Hércules a la base italiana de Aviano para apoyar a los cazas, que controlaban los aviones serbios y croatas. "Estuve 600 días destinado en Aviano, en el destacamento Ícaro, que duró hasta el año 2001. Allí empecé a ocuparme del control de material y de trabajos informáticos", indica Bayón, quien también estudió medicina. Los dos mecánicos creen que los aviones y pilotos de la Base "no han tenido complejo" al compartir operaciones con los norteamericanos, cuando hacían las maniobras de Red Flag en Nevada y en Alaska.

Enumeran misiones humanitarias por las que pasaron, como en Costa de Marfil o Camerún, pero también asumen que han trasladado a etarras a Venezuela. "No teníamos miedo, pero hemos pasado momentos peligrosos que los valoramos ahora", concluyen.

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