50 postales de Navidad anónimas aterrizan en la cárcel de Zuera

Se trata de una iniciativa de la ONG ‘Bienestar Emocional’ cuyo objetivo era el de llevar cariño al centro penitenciario durante estas fechas.

Estela Millán, de la ONG zaragozana 'Bienestar Emocional'
Estela Millán, de la ONG zaragozana 'Bienestar Emocional'

Ilusión, confianza, amor, cariño y sobre todo mucha esperanza. Hasta la cárcel de Zuera este martes llegaban medio centenar de postales de Navidad, unas hechas a mano por manos más o menos diestras, otras cargadas con motivos típicos de estas fechas como un árbol coronado por una estrella. Sin embargo, todas ellas compartían un mensaje común: los mejores deseos de medio centenar de personas anónimas a varios internos de los que solo conocían algunos datos como su nombre y la edad.

“Hola Edu. Mi nombre es Adrián, tengo 9 años y mi tía me ha dicho que te escriba unas líneas. Estos días navideños igual no son muy divertidos allí. Deseo que pasen lo antes posible para que no estés triste y que os den comidas un poco más especiales”, relata una. “Querido Ricardo, en estos días tan especiales en los que aprovechamos para transmitir nuestros mejores deseos, también es el momento de echar la vista atrás para aprender de nuestros errores y agradecer aquello que tenemos y mirar hacia el futuro. En nuestras manos está cambiar algunas cosas”, resume otra.

También existen postales que recogen historias de auténtica superación por parte de quien las firma como es el caso de Maribel. “Compañero Quique, tengo 52 años y estoy con invalidez absoluta por un tumor de mama con metástasis en huesos, cerebro e hígado y con una actitud de querer agárrame a la vida que no te puedes imaginar. Y eso quiero de ti, que te agarres a cualquier ilusión”.

Se trata de una iniciativa que se realiza por primera vez en el centro penitenciario, y que parte de la ONG zaragozana ‘Bienestar Emocional’, capitaneada por Estela Millán. “Queríamos traer mensajes de apoyo, cariño y esperanza a los internos”, explica una de sus fundadoras.

Cada miércoles, un grupo de voluntarias visita la cárcel donde dan una clase de inteligencia emocional y mindfulness a los internos. Sin embargo, esta semana la clase fue diferente y no solo por el cambio al martes, día 26, sino porque los asistentes tuvieron una sorpresa que no esperaban: “Al final de la clase les dijimos que un grupo de personas anónimas habían aceptado escribirles una postal por Navidad y la verdad es que lo recibieron con muchísima sorpresa y muy emocionados. El hecho de que personas que no les conocen hayan decidido escribirles les ha entusiasmado”.

Desde Málaga, Barcelona, Daroca, Mallorca, Madrid, Elche, Valencia y Zaragoza han llegado mensajes de ánimo tan necesarios en unas fechas tan complicadas. “Cuando una persona está en la cárcel, utiliza el argumento de que no cree en la Navidad como una especie de barrera pero independientemente de eso son días diferentes y especiales”, explica Millán. Por eso, su misión en esta ocasión ha sido “que no pierdan la esperanza de tener una nueva vida”.

En opinión de la voluntaria, el paso por este tipo de centros requiere de una gran labor de autocrítica por parte de los internos, para lo que es necesario aprender a gestionar todo tipo de emociones. “Para lograr la reinserción, es imprescindible que aprendan a conocerse a sí mismos para que puedan asumir la parte de responsabilidad que tienen en su situación actual”, explica.

Empezar de cero allá afuera

A lo largo de estos siete años de actividad en la cárcel de Zuera, en torno a 300 internos han pasado por los grupos de la ONG zaragozana. Millán asegura que ni siquiera ellas conocen los historiales de sus alumnos. Algo que, sin embargo,  afirma que no es determinante. “Le enseñamos a no juzgar, ni al resto ni a ellos mismos. Es necesario que aprendamos a ver el lado bueno de cada persona”, añade.

En su opinión, hacen falta recursos para garantizar una serie de salidas a los presos en el momento en el que cumplen sus condenas. “Muchos de ellos ni siquiera creen que puedan tener otro tipo de vida allí afuera, pero nosotras sí, creemos en las segundas oportunidades y en los nuevos comienzos pero primero han de reconocer que se han equivocado”, asevera.

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