El Justicia exige medidas para que un niño en silla de ruedas pueda moverse en su cole

El menor debe ser trasladado a la espalda por sus profesores del centro escolar de Pedrola para poder acudir a algunas clases.

Fachada del edificio donde tiene la sede el Justicia de Aragón
Fachada del edificio donde tiene la sede el Justicia de Aragón
Heraldo.

El Justicia de Aragón publicó este lunes en su página web una resolución de esas que remueven conciencias y tocan sensibilidades. Daba cuenta de una queja llegada a la institución en la que se contaba el caso de un niño de unos diez años –cursa 4º de primaria en el colegio público Cervantes, de Pedrola–, que sufre el síndrome de Legg Perthes Calvé. Esta enfermedad hace que el pequeño apenas pueda caminar por lo que va permanentemente en silla de ruedas.

El drama para este chaval es que su colegio no está preparado para que una persona con problemas de movilidad pueda acceder con normalidad a las aulas y moverse con libertad por el centro, por lo que debe renunciar a algunas de las actividades que sus compañeros de clase sí hacen o depender de que algún alma caritativa, sus propios profesores o el conserje, lo transporten a la espalda de un lugar a otro.

En el escrito enviado al Justicia se explica que los maestros han hecho lo que estaba en su mano para intentar solventar el problema. Como el centro educativo, muy antiguo, no tiene ascensor, el personal del colegio ayuda al niño a subir y bajar las escaleras para que pueda ir al recreo y a Educación Física.

Pero como esta fórmula de transportar al crío a la espalda no está exenta de peligros, los maestros –se explica en la queja– han decidido bajar la clase a la planta baja, lo que permite al niño moverse libremente para ir al patio y a Educación Física, pero sigue sin poder acceder a otras dependencias, como la sala de ordenadores, que están en las plantas superiores.

Desde el colegio se ha pedido al Departamento de Educación que se envíe a un auxiliar para ayudar al chaval a moverse, pero a día de hoy esta persona de apoyo no ha sido contratada. En el escrito de queja, los solicitantes piden que se eliminen las barreras arquitectónicas del colegio y que se envíe a una persona de apoyo que, entre tanto, ayude al niño en sus actividades y en las excursiones.

A la espera del nuevo colegio

Hay que recordar que el centro en cuestión, al que ahora acuden unos 300 alumnos de infantil y primaria, presenta ya por su antigüedad multitud de carencias y desperfectos.

Por ello, el Departamento de Educación incluyó en su Plan de Infraestructuras Educativas 2016-2020 la construcción de un nuevo colegio para Pedrola. De hecho, en este momento, está pendiente de que se adjudique por segunda vez la obra, después de que Acciona, que fue la primera adjudicataria, desistiera de llevarla a cabo.

El Justicia de Aragón tiene esta previsión en cuenta, pero en su resolución recrimina duramente a Educación que no le haya facilitado la información solicitada sobre el caso y que no haya contestado a ninguno de los tres requerimientos que le han sido enviados desde el mes de mayo.

En la sugerencia final, el Justicia pide a Educación que  "adopte sin demora las medidas oportunas a fin de garantizar la accesibilidad en el colegio». Y le pide que ponga los medios necesarios para "garantizar que el alumno pueda desplazarse de forma autónoma y participar plenamente en todos los aspectos de su vida escolar"».

La institución le recuerda a este Departamento que la Constitución Española, la normativa recogida en la Convención Internacional sobre Derechos de las Personas con Discapacidad y el propio Estatuto de Autonomía amparan a las personas con alguna discapacidad y obliga a los poderes públicos a tomar las mediadas necesarias para integrarlas plenamente, eliminando las barreras arquitectónicas y haciendo accesibles los edificios. Le recuerda asimismo que "un edificio es accesible cuando permite su uso y disfrute a cualquier persona, con independencia de su condición física o sensorial".

Desde Educación se ha insistido en que el nuevo colegio de Pedrola es uno de los incluidos en el plan de infraestructuras y se asegura que estará en marcha (con las aulas de infantil y primaria) para el curso 2019-2020, lo que representa una demora de un año sobre la previsión inicial, que preveía abrir el centro en 2018.

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