El Cabildo duplicará la vigilancia de la Basílica en las fiestas del Pilar

Los visitantes entrarán por las puertas de la plaza del Pilar y saldrán por el paseo de Echegaray y Caballero.

Un trabajador de la contrata Inviasa ajusta un bolardo en la parte trasera de la basílica del Pilar.
El Ayuntamiento blinda la trasera y los laterales de la basílica del Pilar con más de cien bolardos
Oliver Duch

El Cabildo Metropolitano de Zaragoza ha decidido duplicar la vigilancia de la Basílica del Pilar durante las próximas fiestas y modificar el uso de las puertas de entrada y salida, ante la situación provocada los atentados yihadistas de Barcelona y Cambrils el pasado 17 de agosto.

Después de mantener contactos con la Delegación del Gobierno y el Ayuntamiento de Zaragoza, el Cabildo ha decidido situar un vigilante de seguridad en cada una de las cuatro puertas del edificio para aumentar el control de la entradas y salidas de los visitantes del Pilar.

Como anunció el delegado del Gobierno, Gustavo Alcalde, para que los visitantes de las fiestas tengan paciencia ante los controles policiales, el Cabildo ha avisado en una nota de prensa que quienes quieran acceder al Pilar tendrán que atender a las indicaciones de los vigilantes y sus requerimientos como con la revisión de las mochilas o bolsas que lleven.

Además, en el interior del templo los visitantes que entren a la basílica deberán "hacer caso a las orientaciones del personal de la catedral".

Asimismo,  el Cabildo va a modificar la costumbre de las entradas y salidas porque solo se podrá entrar por las dos puertas de la plaza del Pilar y la salida será siempre por las dos puertas del paseo de Echegaray y Caballero. Esto supone un cambio radical en la posibilidad de entrar y salir por la plaza del Pilar.

La Policía Nacional alertó al Cabildo la misma tarde del 17 de agosto, después del atentado de las Ramblas de Barcelona, y les recomendó que cerraran la puerta de la torre del ascensor del paseo de Echegaray y Caballero, que fue por donde escaparon el 2 de octubre de 2013 los dos anarquistas que colocaron un artefacto casero en el templo.

Posteriormente, se cerró también la otra puerta que da al río. Desde el 17 de agosto y en lo que va de septiembre se ha clausurado el uso de las puertas hacia el río Ebro por motivos de seguridad, aunque no se han anunciado el motivo públicamente.

Los expertos en seguridad que llevan semanas diseñando el incremento de vigilancia en el Pilar han decidido blindar con un centenar de bolardos la zona trasera donde aparcaban los autobuses de turistas y los accesos del parquin público de la plaza del Pilar por las calles de Florencio Jardiel y Milagro de Calanda para evitar el acceso de vehículos no deseados.

"La seguridad de todas las personas que, individual o grupalmente, visitan la catedral basílica del Pilar es una preocupación constante a la que se dedican todos los esfuerzos", explica el Cabildo en la nota para que los visitantes comprendan las medidas adoptadas.

El control de la plaza del Pilar y la basílica ha generado que se extreme la vigilancia con efectivos de la Unidad de Prevención y Reacción (UPR), con furgonetas y policías que portan armas largas, y agentes motorizados en las calles de Alfonso I y Don Jaime I. Además, en estas vías se han instalado una treintena de maceteros y otros tantos bolardos que dificulten el tráfico de vehículos.

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión