"Todos somos contradanceros hoy"

La plaza de la villa se llenó para disfrutar de la noche más mágica del año en Cetina con un ritual que es Bien de Interés Cultural Inmaterial de Aragón.

Representación de la contradanza de Cetina, este viernes por la noche
Representación de la contradanza de Cetina, este viernes por la noche
Diputación Provincia de Zaragoza

Sin duda la de este viernes fue la noche más mágica del año en Cetina. La contradanza llenó de orgullo a los vecinos del pueblo y los cientos de visitantes que llenaron la plaza de la villa.

Ya por la mañana y como manda la tradición, ocho niños más el zagal y el mayoral interpretaron el dance a San Juan Lorenzo, ataviados con sus trajes blancos y rojos y relatando en sus versos la vida y obra del patrón. Se trata, al igual que la contradanza, de una de las más antiguas de Aragón. Así pues, no es de extrañar que los nervios empezasen a sentirse en las calles y casas de los danzantes ya al comienzo de la semana.

Los contradanceros tuvieron su último ensayo el pasado domingo, después de más de un mes de preparativos. Ricardo Torriente, uno de los veteranos, confesaba que ya empezó a entrenarse después de Navidad. Aunque antes, los encargados de encarnar esta tradición solían ser jóvenes de entre 20 y 25 años y los propios grupos de amigos transmitían el derecho a participar en ella, incluso teniendo que dejar fuera a gente. Ahora, en cambio, ante la falta de población, "hay que hacer malabares" para que salga grupo. Ricardo, que ya interpretó la contradanza en cuatro ocasiones, repitió el año pasado: "Me volvieron a llamar porque faltaba gente y el gusanillo me tiró. Aunque el año que viene espero disfrutar desde el otro lado".

De los ocho contradanceros, cuatro de ellos residen en Cetina, cuatro en Zaragoza y uno, el diablo, en Soria. Durante estas semanas de ensayos, todos han tenido que reorganizar sus agendas para no faltar. Cuenta Ricardo como "el uno de enero todos intentamos mirar si podemos coger vacaciones o si podemos cambiar los turnos con los compañeros".

Por su experiencia, sabe bien lo que significa la contradanza para Cetina: "No es un baile ni una representación artística, aquí es un sentimiento que lo llevamos todas las familias, los que bailamos y los que no. Todo el pueblo es contradancero ese día".

Es por ello que este viernes, después de pasar por casa del diablo y del alcalde, Hilario González, los nervios estaban a flor de piel. "No bailas para ti, bailas para tus vecinos", decía Ricardo. "Yo lo comparo como un futbolista al que llaman para jugar un Mundial. Aquí representamos a todo un pueblo, a quienes ya no están, a quienes han bailado", explicaba con emoción. Vestidos de blanco y negro, acompañando al diablo de rojo fuego, e iluminados por la luz de las antorchas, cientos de espectadores pudieron disfrutar, como manda la tradición, del baile y la música rítmica y casi hipnótica en la noche más especial del año en Cetina.

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