"Es una vergüenza que la Fuente de los Incrédulos no funcione"

Las reclamaciones de los vecinos se centran en el acondicionamiento de sus calles y parques, la reparación de la Fuente de los Incrédulos y el transporte.

Radiografía de Casablanca: "Es una vergüenza que la Fuente de los Incrédulos no funcione"
Radiografía de Casablanca: "Es una vergüenza que la Fuente de los Incrédulos no funcione"

“En este barrio se vive muy bien, pero hay muchas cosas que mejorar”, apunta una vecina la calle de Embarcadero, en Casablanca. Esta afirmación recoge el pensamiento de otros muchos habitantes de este barrio zaragozano que demandan, principalmente, mejoras urbanísticas. “Por ejemplo, yo aparco siempre en este parking y la parte de atrás, más cercana al canal, se inunda siempre que llueve, estaría bien que lo asfaltaran”, afirma refiriéndose al aparcamiento de la calle Embarcadero.

Otra de las quejas más reiteradas es el acondicionamiento de la histórica Fuente de los Incrédulos, una obra del neoclasicismo construida por el mandato de Pignatelli. “Todos los días paso por aquí y es una vergüenza. Llevamos años pidiendo que la arreglen, ya ni recuerdo cuánto tiempo lleva así… pero sigue sin funcionar”, recalca Luis Pueyo, vecino de la zona.

También el parque aledaño a este monumento es protagonista de las reclamaciones vecinales. “Venimos todas las tardes con los niños y es un sitio majísimo, pero no está adecuado para los más pequeños porque es todo de tierra, no hay ningún baldosín que amortigüe los golpes y se hacen heridas. No entiendo por qué en otros barrios están adecuados los espacios y en este todavía no”, denuncia Gema Loscertales, que reside en Casablanca. “Hay mucha suciedad en esta zona. El quiosco es un desastre, no se cuida y están rompiendo las maderas del techo”, afirma Manuel Ibáñez, que suele pasear a su perro por los alrededores de este parque.

El presidente de la Asociación de Vecinos Tomás Pelayo de Casablanca, Gonzalo Martínez, subraya que además este barrio “necesita mejoras en lo referido al transporte”. Entre sus propuestas se encuentran rebajar la frecuencia del autobús lanzadera número 58 de media hora a 20 minutos o poner marquesinas en las paradas del 42, 57 y 58. Una vecina de Vía Ibérica comparte la misma reivindicación: “Solo hay una marquesina y a esta zona vienen muchos niños a los colegios. Sería bueno que pusieran más, porque cuando hace frío o viento es muy incómodo”, recalca. “Ya sabemos que es difícil que se lleven  cabo las mejoras porque cuestan dinero”, concluye el presidente de la Asociación de Vecinos Tomás Pelayo, “sin embargo, seguimos pidiendo lo que le corresponde a este barrio histórico”.

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