Condenado a dos años de prisión por retener y lesionar a su expareja en un bar de Zaragoza

Además de a su expareja, retuvo contra su voluntad a una tercera persona. Ocurrió en mayo del año pasado.

La Sección Primera de la Audiencia Provincial de Zaragoza ha condenado a César Ambrosio G.S. por dos delitos de detención ilegal, dos de lesiones y uno leve de daños, con la atenuante de embriaguez no habitual, cometidos contra su expareja, Viviana C.M., y otra persona, Jackson A., el 8 de mayo de 2016 en el bar 'La Viejoteca' de Zaragoza.

Ha sido absuelto de los delitos de injurias y amenazas de que le acusaba el Ministerio Fiscal. Durante cuatro años no podrá acercarse a menos de 300 metros de las víctimas, a sus domicilios, ni a sus lugares de trabajo ni a cualquier otro frecuentado por las mismas. Tampoco podrá comunicarse con ellos por cualquier medio.

Por los dos delitos de lesiones y el delito leve de daños deberá abonar 270 euros por sendas penas de multa de 30 días con una cuota diaria de tres euros. Además estará suspendido de todo cargo público y derecho de sufragio durante el tiempo de condena y habrá de pagar a su expareja 420 euros por las lesiones y los daños causados a su teléfono móvil, así como el coste de la reparación de la puerta, que tuvieron que abrir los bomberos, y una indemnización por perjuicios a Jhudi Alejandra M.B., madre de Viviana C.M.

Para el cumplimiento de la pena de prisión el tribunal le abona el tiempo transcurrido desde el 10 de mayo de 2016, al haber estado privado de libertad por esta causa. La sentencia, dictada tras la instrucción realizada por el Juzgado número 2 de Zaragoza de Violencia sobre la Mujer, puede ser recurrida ante el Tribunal Superior de Justicia de Aragón en el plazo de 10 días.

Hechos probados

La sentencia, fechada el 3 de febrero y publicada este lunes junto con un auto de aclaración, señala que César Ambrosio G.S. obligó a las víctimas a permanecer contra su voluntad en el bar, entre una y dos horas, cerrando la puerta con llave, y después abandonó el local por consejo de la madre de ella, antes de que llegara la Policía.

Durante este tiempo, el condenado golpeó a ambos, les insultó y les dijo que les iba a matar, se apoderó de sus móviles y tiró al suelo el de Viviana C.M.. El tribunal, que ha presidido Juan Alberto Belloch, indica que no está acreditado que el condenado utilizara una botella rota para agredir a Jackson A.

El acusado, que había estado bebiendo toda la noche anterior al día de autos, presentaba síntomas inequívocos de embriaguez intensa que limitaba, de manera sustancial, su capacidad y voluntad, indica la sentencia, en la que el tribunal manifiesta que el reo ha consignado durante la tramitación de la causa fondos suficientes para cubrir todas sus responsabilidades civiles.

Como consecuencia de los golpes, su expareja sufrió lesiones que tardaron 14 días en sanar sin quedarle secuelas, mientras que Jackson A. sufrió policontusiones y un edema en la rodilla izquierda, precisando una única asistencia.

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