Los trabajadores de Auzsa no renuncian ni a los complementos ni a la subida salarial
Este martes es la primera reunión tras la suspensión de 15 días de los paros.
El presidente del comité de empresa de la concesionaria del transporte público de Zaragoza, Auzsa, Javier Anadón, ha advertido este martes de que los empleados no renuncian ni a los complementos que pretende anular la compañía ni a la subida salarial que plantean.
Así lo ha señalado Anadón a los medios antes de volver a reunirse en el Servicio Aragonés de Mediación y Arbitraje (SAMA) con la dirección de Auzsa para cerrar el conflicto por el convenio colectivo que mantienen.
La de este martes es la primera reunión después de que el pasado viernes los trabajadores aceptaran la propuesta del intermediador municipal, el catedrático de Derecho Laboral Juan García Blasco, de suspender los paros durante quince días, después de cuatro meses de huelga.
Anadón se ha mostrado optimista ante el nuevo escenario que, no obstante, cree que conlleva "el riesgo de que no se avance".
Y, es que, según el presidente del comité de empresa, en la negociación el 90 % de los asuntos están consensuados "gracias a los cuatro meses de huelga".
"Esperamos que el ayuntamiento haga su trabajo y la empresa haga una lectura de lo que significa (la suspensión de los paros) y no tenga excusa", ha subrayado el representante de la plantilla, quien ha insistido en que "la empresa ya sabe lo que queremos y lo que hace falta".
Según Anadón, la empresa es ahora "la que tiene la palabra", aunque ya ha advertido de que si la compañía mantiene que "está todo dicho, va ser difícil el acuerdo".
Asimismo, ha subrayado que la empresa pide "contraprestaciones muy duras de asumir" en derechos adquiridos y que "tiene que retirar", ya que de lo contrario "complica mucho la negociación del convenio".
Los trabajadores creen asimismo que el equipo de Gobierno municipal "no puede permitir que la empresa siga de brazos cruzados", pero no le van a decir lo qué tiene que hacer.Anadón ha tenido que realizar las declaraciones en el interior del edificio después de que los trabajadores que se concentraban a las puertas acusaran a los medios de "manipulación" y "sensacionalistas".
