El camionero que sobrevivió al crimen de Plaza solo reconoce a un acusado

El Ministerio Fiscal piden un total de 30 años de prisión para cada uno de los acusado.

La agresión se cometió en esta pasarela que une las dos zonas del centro comercial Plaza Imperial.
La agresión se cometió en esta pasarela que une las dos zonas del centro comercial Plaza Imperial
G. Mestre

Antonio Manuel C.S., el camionero portugués que sobrevivió al ataque que sufrieron él y su compañero tras ganar más de 7.000 euros en el casino del centro comercial Plaza Imperial, en Zaragoza, únicamente ha reconocido a uno de los acusados, a Noé Arteaga, que fue quien le agredió y robó.


Según su declaración ante la Sección I de la Audiencia Provincial de Zaragoza, la víctima y su compañero abandonaban la noche del 10 de abril de 2016 el centro comercial y cuando recorrían la pasarela peatonal para dirigirse a su camión les atacaron por la espalda unos encapuchados con un bate de béisbol, una barra de hierro y un elemento cortante.


Los verdugos, que en un principio le parecieron cuatro, regresaron a por el dinero que había ganado al ver que no estaba en la cartera sustraída previamente, y en ese momento reconoció a Noé, con quien previamente se había encontrado en el casino y quien asegura que también le causó las lesiones, mientras que el otro permanecía encapuchado.


José Manuel Martins, el compañero de Antonio Manuel, de 42 años, falleció a los tres días a causa de los golpes, mientras que este último permaneció 22 días hospitalizado, tardó 192 días en curar y ahora le han otorgado la incapacidad permanente total debido a las secuelas del ataque: pérdida de equilibrio, problemas de visión, fuertes dolores de cabeza o pérdida de fuerza en una mano, por lo que ya no puede conducir.


Noé, por su parte, conocido en su pueblo, La Almunia de Doña Godina (Zaragoza), como "El Maki", ha reconocido el robo pero no el asesinato.


Su misión, ha explicado, era conseguir el dinero para seguir comprando droga, ya que había salido de casa con 2.100 euros y se lo había gastado todo en las máquinas y en speed.


Ha admitido también que pidió a su presunto cómplice, Alberto Rus, también acusado de asesinato con alevosía, robo y lesiones, que le acompañara a "dar el palo", si bien ha recalcado que solo pretendía que intimidase al camionero que acompañaba al que portaba el premio del casino mientras él le sustraía el dinero y que, por tanto, no pretendía matar a nadie.


En su declaración, Rus ha afirmado que su amigo le había encomendado que vigilara a los camioneros, de los que le había dado una descripción, y que no llevaba ningún tipo de arma, aunque sí vio a Noé salir con un hierro.


Del mismo modo, tras reconocer que aquel día habían tomado diversas sustancias, como speed, porros y cocaína, ha insistido en que no agredió a ninguno de los camioneros en ningún momento y que, mientras vigilaba desde la furgoneta que llevaban, vio a su amigo hablando con tres personas, a los que ha identificado como tres rumanos, dos "altos y fuertes" y una tercera persona "pequeña, regordeta y con gafas", dato que hasta el momento solo ha señalado él.


Posteriormente, su compañero volvió a la furgoneta manchado de sangre, "muy nervioso", "fuera de sí" y al grito de "vamos, vamos", pero que a pesar de eso le dio 1.000 euros, ha añadido.


El acusado ha destacado también que semanas después, entre el día de los hechos y la detención, Noé le llamó haciéndose pasar por un empleado de la tienda donde acababa de adquirir un ordenador con el dinero ganado y le citó en un puente para hablar de dicho aparato.


En la cita ha afirmado que su compañero le advirtió de que no dijera "nada de nada", porque les habían grabado, la habían "liado bien gorda" y que tenían que tener cuidado con los tres rumanos.


El Ministerio Fiscal, al igual que las acusaciones particulares, piden un total de 30 años de prisión para cada uno de los acusados por un delito de asesinato con el agravante de alevosía, otro de lesiones y otro de robo.


Asimismo, reclama que los procesados, de forma solidaria, indemnicen a la viuda del camionero fallecido con 250.000 euros, a sus dos hijos con 60.000 a cada uno; a Antonio Manuel con 12.180 euros por las lesiones, 43.000 por las secuelas, 5.900 por el dinero sustraído y en la cantidad correspondiente a las gafas rota y ropa inservible; y al Servicio Aragonés de Salud (Salud) con 13.401,99 euros por la asistencia médica prestada al superviviente.


La defensa de Noé Arteaga solicita que la Sala le condene únicamente por los delitos de robo y lesiones, mientras que la de Alberto Rus pide la absolución total.

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