Los colectivos Ansar, Ecologistas en Acción, Amigos de la Tierra, Seo/Birdlife, Volunta Ríos y Vive el Parque Bruil denuncian la tala indiscriminada de árboles en varios puntos de Zaragoza, algunos de ellos plantados hace décadas. Los últimos casos de la calle de Segismundo Moret –donde se está construyendo un aparcamiento subterráneo– y del paseo de Gran Vía –donde se están retirando tras verse afectados por las obras del tranvía– se unen a los álamos singulares del parque Pignatelli o al de algunos ejemplares del Parque Bruil, por citar algunos ejemplos.

Las seis asociaciones, en un comunicado conjunto, lamentan el "paisaje triste y decepcionante" que va a quedar en Gran Vía tras la tala de los árboles. "Perderemos un patrimonio singular y de ello es responsable tanto la empresa de construcción del tranvía como la corporación anterior", señalan. Los colectivos ecologistas señalan al anterior responsable de Parques y Jardines –el exconcejal socialista Jerónimo Blasco– por no atajar el problema "a pesar de las denuncias que en su día se hicieron" y por "mantener durante ocho meses en un cajón dos informes que aconsejaban la tala de los árboles" por cuestiones de seguridad.

En el caso de la calle de Moret, donde la semana pasada se talaron un buen número de árboles para poder acometer las obras del aparcamiento, las asociaciones dudan, de entrada, de la necesidad del proyecto. "De las 230 plazas de aparcamiento, solo 30 son para residentes y 200 para rotación, lo que supone una atracción masiva de cientos de coches diarios a la zona, cuando las políticas de movilidad desde hace años tratan de expulsar al coche del centro de las ciudades", señalan.

Aunque admiten que "el proyecto viene aprobado por la corporación anterior", observan que "toda renovación urbana en la ciudad está suponiendo la liquidación del arbolado existente".

El ‘arboricidio’ también ha llegado al parque Pignatelli, donde denuncian que "se han talado unos álamos singulares". "Entendemos que es una responsabilidad de todos que se extreme la seguridad del arbolado, pero también es necesario que haya personal cualificado que haga un seguimiento especial de los ejemplares singulares", apuntan las organizaciones ecologistas.