La Asociación de Vecinos Tomás Pelayo de Casablanca ha solicitado el ajardinamiento del entorno de la placa conmemorativa colocada en la llamada Casa Blanca que da nombre al barrio, en el Parque de los Incrédulos. Se trata de un punto especialmente emblemático del distrito, ya que la placa, colocada en 1999, recuerda la firma de la capitulación de Los Sitios de Zaragoza el 20 de febrero de 1809, y entienden que sería una manera de darle más empaque al recuerdo histórico y de que la tapia quede más protegida.

"Los hemos solicitado a Parques y Jardines y están en ello. Hemos pedido que coloquen también una especie de enrejado para ver si así la gente no entra y pinta las paredes", apunta Gonzalo Martínez desde la entidad vecinal, quien subraya que "es una verdadera pena verlo así. Ya se ha pintado en otras ocasiones, como para la celebración que hicimos en 2008, y queríamos volver a pintarlo pero lo haremos cuando el Ayuntamiento se decida a hacer la actuación, aunque siempre habrá algún gamberro que lo volverá a pintar", lamenta.

Esta es una de las peticiones de la Asociación de Vecinos Tomás Pelayo que, después de años de reivindicaciones está viendo estos días la ejecución de un hito para el barrio, las obras de la que es una de las últimas calles de la trama urbana de Zaragoza que todavía es un camino sin asfaltar, la calle El Greco. "Hemos estado esperando esta obra más de 10 años", apunta Martínez.

Los trabajos, en un tramo de unos 150 metros comprendidos entre las calles Encinacorba y Marcelino Álvarez, consisten en la habilitación de un nuevo vial con dos carriles de circulación, aceras y arbolado. Esta intervención no precisa modificar las redes de abastecimiento y vertido, ya que están actualizadas, aunque sí se aprovecha para instalar una nueva red de riego por goteo que alimentará 45 alcorques en los que se plantarán ejemplares de 'Ligustrum japonicum', y también se sustituirán los postes de hormigón por columnas de acero y luminarias eficientes, por lo que por fin cambiarán la fisonomía de este entorno, en el que se encuentran numerosas fincas privadas.

A la vez que esta obra, que comenzó el pasado mes de febrero y tiene un plazo de ejecución previsto de unos cuatro meses, se acomete el acondicionamiento de aceras en la calle Encinacorba, "una obra muy necesaria porque este vial es estrecho y pasan a diario cientos de escolares ya que muy cerca hay un colegio", explican desde la entidad vecinal.

Entre las mejoras pendientes solicitadas por los vecinos se encuentra el ensanche de las aceras de la calle del Prado, ya que "tienen una anchura de 0,80 a 1,00 metros y se hace muy difícil el tránsito de personas, más si van con carritos de compra o de niños".