La trama de las farmacias salpica ya a la capital con cinco detenidos y tres boticas clausuradas

La investigación dirigida por un juzgado de Teruel para desmantelar una presunta red de exportación y venta ilegal de medicamentos, que ha llevado, de momento, a siete personas a prisión preventiva, ha alcanzado ya a la capital aragonesa. Varios agentes de la Guardia Civil de la comandancia turolense se presentaron ayer en Zaragoza para detener a cuatro farmacéuticos y precintar las tres boticas que regentan, una en la Romareda, otra en el Actur y la tercera en Valdespartera. Los registros se llevaron a cabo de forma simultánea –entre las 12.00 y las 15.00– y no se descartan que se produzcan otros similares en los próximos días. También fue detenida una quinta persona, aunque quedó libre poco después. Los cuatro farmacéuticos serán puestos a disposición judicial probablemente mañana.

Los arrestos se enmarcan dentro de la denominada Operación Pharmakon, que se inició el pasado mes de mayo con la detención de la titular de la farmacia de Palomar de Arroyos, su hermana y otras dos personas más, y el precinto de su establecimiento. Posteriormente, los agentes la retomaron con fuerza en septiembre y en sucesivas intervenciones llegaron a detener a trece sospechosos más (entre farmacéuticos, distribuidores y comerciales) y precintaron once despachos de medicamentos en distintas localidades de Teruel y la provincia de Zaragoza. Seis fueron abiertos posteriormente y cinco –los de Palomar de Arroyos, Alloza, Peñarroya de Tastavins, Aguilón y Cariñena– permanecen precintados. El abogado del titular de la farmacia de esta última localidad, Rafael Ariza, pedirá hoy al juez la reapertura de la farmacia. 

A estos 17 imputados, siete de los cuales están en prisión preventiva, hay que añadir las cinco detenciones practicadas ayer en la capital aragonesa. Dos de los detenidos, Carlos y Domingo A. B., son hermanos y titulares de una farmacia situada en la calle de Violante de Hungría, en el distrito Universidad de Zaragoza. Fernando S. P. es el propietario de un establecimiento de la calle de Pablo Neruda y José Antonio O. S., el regente de un despacho en Valdespartera, según pudo saber este periódico. El quinto, cuya identidad y empleo se ignora, quedó en libertad.

Los agentes se presentaron en las respectivas farmacias al mediodía y, además de comunicar a los titulares su situación, se incautaron de distinta documentación que descargaron directamente de los ordenadores en los que almacenan los datos de todos los clientes y las ventas. Red estatal

La Operación Pharmakon está dirigida por el titular del Juzgado de Instrucción número 3 de Teruel, Jerónimo Cano de Lasala, que mantiene bajo secreto las diligencias. La investigación se abrió después de que la DGA detectara una facturación anormalmente elevada de la botica de Palomar de Arroyo. A raíz de las pesquisas, según ha trascendido hasta ahora, ha aflorado una red nacional que se dedica presuntamente a la distribución inversa, una práctica fraudulenta por la que las farmacias se convierten en suministradoras de mayoristas para la venta en otros países –algo que está prohibido por la ley– donde las medicinas son más caras. 

El pasado mayo, la Guardia Civil localizó en la farmacia de Palomar y en un domicilio un millar de medicamentos sin su correspondiente cupón, previsiblemente utilizado para facturar indebidamente al Salud productos que no se entregaron a ningún paciente. En parte, estas medicinas se vendían en la parafarmacia que la boticaria tiene en Enguera (Valencia).