Zaragoza

"En bicicleta por la calzada, a pie por la acera"

Unos carteles colocados de forma anónima en el cruce de Corona de Aragón con Fernando el Católico informan a los ciclistas de que deberían seguir por la calzada.

El final de un carril bici, el comienzo de un dilema. ¿Qué debe hacer un ciclista cuando llega a ese dudoso punto en el que una vía ciclable desaparece? Unos carteles colocados este miércoles de forma anónima en el cruce de Corona de Aragón con Fernando el Católico y en el comienzo de San Juan de la Cruz, donde acaba el carril bici estrenado hace poco más de un mes, han intentado arrojar algo de luz sobre esta cuestión: "Pedalea en bici por la calzada, camina a pie por la acera". Una tesis defendida por numerosos colectivos, tanto ciclistas como de otra índole, que vuelve a retomar un debate que en Zaragoza ya lleva abierto varios años y, de momento, no parece cerrarse.


En el caso del carril bici de Corona de Aragón, finaliza justo entre los dos carriles de Fernando el Católico, por lo que aquellos ciclistas que quieren continuar por San Juan de la Cruz tienen, a priori, dos opciones lógicas: bajar a la calzada o continuar por la acera, bien sea sobre la bicicleta o bajando de ella. Los carteles invitan a todos los usuarios de este medio de transporte a que compartan el espacio con los coches y no con los peatones, a menos que anden con la bici al lado y se 'conviertan' en uno de ellos.


La acera en cuestión, bastante concurrida por los viandantes, parece no cumplir todos los requisitos que marca la ordenanza de Zaragoza para que las bicicletas puedan circular por la zona reservada a los peatones: que la calzada no esté pacificada, que no exista vía ciclista o ciclable señalizada, que la acera disponga de cuatro metros de anchura total y al menos tres metros estén libres de mobiliario urbano, no exista aglomeración de viandantes y la intensidad del tráfico disuada de la utilización de la calzada.


"En teoría cumple la medida de los cuatro metros -y tres libres de obstáculos-, pero durante la mayor parte del día suele haber muchos peatones, por lo que habría que circular esquivándolos, algo que prohíbe la ordenanza", aseguran desde Acera Peatonal, una asociación que defiende que las bicicletas no circulen por los espacios peatonales.


Más información, menos problemas


"Nosotros ya se lo advertimos a la Oficina de la Bicicleta del Ayuntamiento cuando inauguraron el carril, pero ha pasado más de un mes y no han hecho nada. Ya que han metido el carril bici por ese tramo de acera del bulevar y finaliza allí, al menos habría que informar a los ciudadanos de qué se debe hacer en ese punto", indican los miembros de esta organización ciudadana, que también creen que hay muchos puntos conflictivos como éste: "La calle de Don Jaime I, las aceras laterales del puente de La Almozara o las aceras del hospital Miguel Servet o de la sede de la ONCE, en Echegaray y Caballero...".


Desde los colectivos ciclistas también defienden la circulación de las bicicletas por la calzada y creen que la información es imprescindible para garantizar una correcta convivencia entre todos los usuarios de la vía pública. "En principio la normativa es clara, y las bicicletas deberían ir por la calzada", aseguran desde La Ciclería Social Club, quienes creen que, aunque "el desconocimiento de la ley no exime de su cumplimiento", lo más lógico sería "realizar una buena campaña de información para acabar con estas dudas". Esta entidad ya está tabajando en ello y ya han organizado varios cursillos gratuitos para explicar a los interesados cuáles son las normas básicas de circulación y cómo programar trayectos más seguros.


El carril bici continuará


Aunque el final de este carril bici en el cruce con Fernando el Católico ha generado esta situación, es algo provisional, ya que está previsto que esa vía ciclista continúe por San Juan de la Cruz y Juan Pablo Bonet para unirla con la del Camino de las Torres. Es una de las prioridades para el próximo año en la continua ampliación de la red de carriles bici que está tejiendo el Ayuntamiento de Zaragoza, que cuenta ya con más de 115 kilómetros de carriles bici y vías ciclistas.