Con los Pilares ya encima, la huelga en el servicio de bus urbano de Zaragoza sigue adelante. Este viernes los trabajadores de AUZ han realizado su decimosegunda jornada de paros, antes de que este sábado, coincidiendo con el Pregón de las fiestas del Pilar, la franja de la huelga se alargue de 20.00 a 00.00. Además, el comité de empresa ha informado de que los buses nocturnos también entrarán dentro de los paros a partir ahora, funcionando bajo los servicios mínimos a partir de las 04.00.

No obstante, el servicio no se verá tan saturado como en otras ocasiones debido a que los refuerzos planteados por el Ayuntamiento con motivo de las fiestas no entran dentro de la huelga, algo que se ha usado desde el consistorio como argumento para asegurar que la huelga perjudicará lo menos posible.

Mientras tanto, el proceso sigue enquistado a la espera de la resolución de la Comisión Nacional de Convenios Colectivo y de que, este lunes, el comité de empresa se reúna el lunes 7 para reevaluar la situación y estudiar si aumentan las horas de paro.

Y todo esto mientras el Ayuntamiento ha anunciado este viernes que se personará como parte afectada en el Juzgado de lo Social por la prestación un servicio público, ante el despido de los 125 empleados de Autobuses Urbanos de Zaragoza. Un gesto que desde el comité se ha valorado como "positiva, aunque se queda corta".

La empresa se defiende

Por su parte AUZ ha emitido un comunicado este jueves al conocer la implicación del Ayuntamiento en el proceso judicial explicando las razones que avalan los despidos. La contrata, que podría ser sancionada por el Ayuntamiento, ha explicado que "los pliegos de condiciones los hizo el Ayuntamiento, estuvieron sometidos a exposición pública y se abrió un período de preguntas aclaratorias, cuyas respuestas se incorporaron a los propios pliegos". Además, han reiterado que, con el recorte de líneas, la empresa factura un 16% menos que antes, lo que justifica los despidos en un contrata, que se autodefine en el comunicado, como la heredera de TUZSA, "una empresa que lleva más de 100 años al servicio de Zaragoza".

"La empresa ha de prestar su servicio recorriendo menos kilómetros e ingresando menos por ellos. La consecuencia obvia es el ajuste proporcional de autobuses y de personal asociado a la nueva circunstancia. Cabía otra opción: introducir en la contrata una salvaguarda de los puestos de trabajo y las retribuciones pero el Ayuntamiento, único competente para

hacerlo, no procedió en ese sentido por el enorme coste que esto suponía para el erario público", concluye AUZ.