RIBERA ALTA DEL EBRO

El plan urbanístico de Pedrola prevé mil viviendas y una zona comercial e industrial

El Ayuntamiento ha redactado ya el PGOU, que prevé ampliar en 11 hectáreas el polígono, la instalación de un supermercado y un 'outlet'.

Después de rechazar varios proyectos en los que se incluían hasta 8.500 viviendas, un campo de golf y una ciudad ecológica con 4.500 casas, el Ayuntamiento de Pedrola ultima ahora un nuevo plan urbanístico, que prevé mil viviendas, una zona comercial y la ampliación en 11 hectáreas del polígono industrial La Ermita.


El Consistorio ha redactado un plan general que sustituirá a las actuales normas subsidiarias. El hasta ayer alcalde, José Ángel Zaldívar (PSOE), confía en que el plan urbanístico salga adelante con la nueva corporación, al frente de la cual siguen los socialistas, aunque no con Zaldívar, que se ha retirado de la política.


«Este número de casas se adapta mejor a las necesidades de demanda», explica Zaldívar. Sobre todo, teniendo en cuenta la crisis del ladrillo. Además, las viviendas se complementarían con la creación de puestos de trabajo en el polígono. «El objetivo es que se instalen empresas que no tengan nada que ver con la automoción, ya que Pedrola depende casi en exclusiva de GM», añade.


Además, según consta en el convenio urbanístico aprobado en el pleno de mayo, los propietarios prevén la edificación de una escuela taller de construcción y arquitectura sostenible, así como un supermercado que atienda a las comarcas de Ribera Alta del Ebro, Cinco Villas y Valdejalón, y un 'outlet' de zapatería que expandiera el existente en Illueca.


Uno de los últimos plenos de la actual corporación aprobó la propuesta de convenio urbanístico entre el Ayuntamiento y La Casa de la Construcción Hermanos Ramas S.L. que supondrá la recalificación de 11 hectáreas de terreno rústico en industrial. El convenio está ahora en exposición pública para que puedan presentarse alegaciones. «Esperamos que salga adelante, ya que la posible instalación de nuevas empresas siempre es un aliciente», apunta Zaldívar.


Según consta en el convenio, las parcelas podrán destinarse a actividades comerciales, de hostelería y hospedaje, administrativo y oficinas, recreativo y equipamientos, así como servicios (gasolineras, lavaderos o garajes). Los propietarios se comprometen a que la cesión de aprovechamiento municipal sea del 11,48%. Además, constituirán una entidad de conservación que asumirá el mantenimiento de la urbanización.


Por su parte, el Ayuntamiento incorporará los suelos al plan urbanístico que acaba de redactar y se compromete a tramitarlo lo más rápido que le sea posible. Marca, además, el plazo máximo de seis meses para aprobar definitivamente el programa de compensación y el proyecto de reparcelación.


El convenio tiene un plazo máximo de vigencia de cinco años desde su firma. Si en este tiempo no sale adelante por causas imputables al Ayuntamiento, este deberá indemnizar a los propietarios con un máximo de 2.000 euros por los costes de gestión. Si es achacable a los propietarios y se ha aprobado definitivamente el PGOU, el Consistorio podrá proceder al cambio de sistema de actuación o llevar a cabo a la desclasificación del suelo mediante una modificación aislada.