CÁRCEL

Hallan muerto en su celda a un recluso 'controlado' de la cárcel de Zuera

El interno, de 51 años, estaba sometido a "limitaciones regimentales" y tenía que comer en su propia celda, donde se encontró ayer su cadáver.

Un funcionario de la cárcel de Zuera halló ayer muerto en su celda a un recluso sometido a "limitaciones regimentales". El fallecido, de 51 años y natural de Santander, fue trasladado al centro zaragozano el pasado 2 de julio y había sido destinado al módulo 9. Según fuentes penitenciarias, el recluso no estaba en aislamiento aunque sí estaba sometido a algunas medidas de control: permanecía solo en la celda y no podía comer con el resto de compañeros. Los motivos de estas limitaciones se desconocen.


El cadáver del preso, identificado con las iniciales C. C. S., fue hallado sobre las 13.30, cuando uno de los funcionarios le llevaba la comida. Según fuentes oficiales, cuando lo encontraron, el fallecido estaba tendido en el suelo y no presentaba signos visibles de muerte violenta.


Al no apreciar autolesiones externas en el cuerpo del interno, en un principio, no se baraja el suicidio. Durante la inspección del habitáculo, tampoco se hallaron restos de drogas o indicios que hicieran pensar en una muerte por sobredosis. Por ello, para aclarar las verdaderas causas del fallecimiento, habrá que esperar a conocer los resultados de la autopsia que hoy se practicará al recluso en el Instituto de Medicina Legal.


De las primeras diligencias judiciales se encargó el Juzgado de Instrucción número 12 de Zaragoza, que ayer estaba de guardia. Normalmente, este tipo de investigaciones las lleva un equipo especializado de la comandancia de la Guardia Civil. Sin embargo, en esta ocasión, se han hecho cargo de las pesquisas agentes del cuartel de Casetas.


Tres años de condena

Aunque llevaba poco más de un mes en la cárcel de Zuera, C. C. S. ingresó en prisión el 30 de junio de 2009. Según fuentes de Instituciones Penitenciarias, se trataba de un penado y cumplía una condena de tres años, dos meses y once días de cárcel por delitos de amenazas, lesiones, resistencia y atentado contra la autoridad.


El pasado mes de febrero, un recluso de Zuera murió también en su celda tras ser atacado por otro interno con un pincho carcelario.