De ruta por las bibliotecas con más encanto de Zaragoza

Hoy, 24 de octubre, se celebra el Día Internacional de la Biblioteca como homenaje al incendio que acabó con más de 700 manuscritos e incunables en Sarajevo.

De ruta por las bibliotecas con más encanto de Zaragoza: Biblioteca del Paraninfo
De ruta por las bibliotecas con más encanto de Zaragoza: Biblioteca del Paraninfo

Desde hace 19 años, cada 24 de octubre se celebra el Día Internacional de la Biblioteca. Una iniciativa promovida en nuestro país por la Asociación Española de Amigos del Libro Infantil y Juvenil y apoyada por el Ministerio de Cultura, en recuerdo de la destrucción de la Biblioteca de Sarajevo, incendiada el 1992 durante el conflicto balcánico.

Se calcula que durante el siniestro ardieron unos 700 manuscritos e incunables así como en torno a 600 títulos de publicaciones bosnias de gran valor histórico. Una serie de escritos que acabaron convertidos en cenizas. Fue entonces cuando el médico e historiador croata Mirko D. Grmek acuñaría el término ‘memoricidio’ para definir la destrucción de la memoria del adversario durante una guerra.

Precisamente hoy es un buen día para poner en valor la riqueza y variedad de bibliotecas que se distribuyen por la capital aragonesa y para poner en valor no solo su fondo, sino su valor arquitectónico y patrimonial que las hace, en definitiva, únicas. De hecho, el Gobierno de Aragón, la Diputación de Zaragoza, el Ayuntamiento de Zaragoza y la Universidad llevaron a cabo el catálogo que lleva por título ‘Bibliotecas con Encanto: Guía de espacios singulares Zaragoza’, una iniciativa del Centro Coordinador de Bibliotecas Municipales que reúne las once bibliotecas más sorprendentes de la capital aragonesa.

Entre ellas se encuentran la Biblioteca General Universitaria, por ejemplo, ubicada en el edificio Paraninfo de la capital aragonesa. “Esta ruta puede suponer un extra para aquellos que tal vez no estén tan interesados en las publicaciones si no en el propio espacio que ocupamos”, explica Ramón Abad, su director. “Por eso hace un año iniciamos este proyecto que pretende poner en valor estos lugares emblemáticos de la ciudad que son verdaderas joyas”, prosigue.

Desde el punto de vista arquitectónico, la universitaria es una auténtica maravilla considerada un espacio singular creado por Ricardo Magdalena que cuenta con dos colimbas de hierro forjado de Averly y con el mobiliario original de la época. “Es de tanta calidad que ni siquiera hemos tenido que restáuralo todavía”, añade.

La biblioteca, gestionada por la Universidad de Zaragoza, recibe entre 25.000 y 30.000 visitas al año, debido no solo al material de consulta que ofrece, sino también a las exposiciones temáticas que sirven para, de vez en cuando, sacar a la luz parte del rico fondo de la institución. “La exposición de ‘Apuntes de Aragón’, de Josep Rocarol, sumó más de 10.000 visitantes, por ejemplo”, explica Abad.

Otra de las instalaciones que forman parte de la guía es la Biblioteca para Jóvenes Cubit (BJCubit), la única de España especializada en el público más joven, desde los 12 a los 30 años, “aunque nuestros fondos pueden ser consultados por cualquier persona”, explica Mª Cruz Asín, directora del centro que abrió sus puertas en 2010 en el edificio de la antigua Azucarera de Aragón abierta en 1893 como pionera en la industrialización de Aragón.

“Para nosotros formar parte de esta guía es todo un reconocimiento y un recordatorio a los usuarios de que estos espacios pueden formar parte de su día a día como lugares de conocimiento y aprendizaje, pero también de diversión”, indica. En la actualidad cuentan con más de 34.000 registros en su fondo, la mayoría libros, aunque también cuentan con revistas, videojuegos, cómics, música y películas.

“Tratamos de llegar a los más jóvenes, que son el público más complicado, a través de contenidos novedosos y que se adapten a sus intereses. Tratamos de ir mucho más allá de la innovación tecnológica apostando por una programación original”, concluye Acín.

Grandes joyas desconocidas de la ciudad

En paseo Echegaray, paralela a la ribera del Ebro y aparentemente oculta, aunque siempre presente, se encuentra una de las joyas de la capital aragonesa, la Biblioteca y Centro de Documentación del Agua y del Medio Ambiente (CDAMAZ), dirigida por Marga Muñoz. “En este centro atendemos un servicio de información ambiental, que incluye un consultorio con soporte informativo dirigido tanto a empresas como particulares, pero también dinamizamos la información medioambiental de la ciudad y acogemos diferentes exposiciones temáticas”, explica Muñoz.

La biblioteca, ubicada en un edificio catalogado como Bien de Interés Monumental de estilo gótico-mudéjar que data de 1219, fue inaugurada hace 15 años y cuenta con un fondo de más de 14.000 registros que se actualizan de forma periódica debido al elevado grado de obsolescencia de parte de sus contenidos. “Al año recibimos más de 20.000 visitas, y cada lunes a las 18.00 realizamos visitas guiadas gratuitas para los ciudadanos”, añade.

La lista la completan la Biblioteca y Hemeroteca Municipal, las dos bibliotecas que llevan por nombre el de la zaragozana María Moliner, la Ricardo Magdalena, la biblioteca de Aragón, la perteneciente a la Facultad de Educación y la biblioteca Ignacio Jordán de Asso.

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