El futbolista del Alfajarín acusado de romper la cara a un rival dice que la expulsión fue injusta

La Federación Aragonesa le ha prohibido jugar al fútbol en dos años y una jueza lo investiga ahora como presunto autor de un delito de lesiones graves.

El jugador del Miralbueno lesionado tuvo que pasar por el quirófano al sufrir fractura facial y nasal.
El jugador del Miralbueno lesionado tuvo que pasar por el quirófano al sufrir fractura facial y nasal.
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“El único que vio la supuesta agresión fue el árbitro. Fue un choque fortuito y la expulsión fue injusta”, aseguró este martes a la jueza Alejandro M. T., el futbolista del Alfajarín C. F. investigado por un delito de lesiones graves por propinar un fortísimo codazo a un contrario y provocarle un fractura facial y maxilar. Los hechos se produjeron el pasado 2 de septiembre durante la disputa de un partido de segunda regional contra el C. D. Miralbueno.

La víctima y denunciante, Johnny M. G., que tuvo que pasar por el quirófano y todavía sigue en tratamiento, niega la versión del presunto agresor. De hecho, cuando compareció hace unos días en el juzgado, el jugador dijo estar convencido de que no fue un golpe casual o lance del partido sino una agresión claramente “intencionada”. "Vi cómo (el denunciado) miraba antes de girarse. Necesariamente tenía que saber que yo estaba detrás antes de hacer el giro", explicó.

A la hora de justificar las graves lesiones sufridas en el rostro por el jugador del C. D. Miralbueno, el futbolista del Alfajarín C. F. habla de “choque fortuito”. “Yo estaba cubriendo a un compañero del denunciante y cuando fueron a sacar la falta lateral (…) me engañó, porque hizo un amago como de irse hacia adelante pero se fue hacia atrás. Al girarme para ir a marcarlo fue cuando noté el impacto (con la víctima)”, dijo. El árbitro se acercó a él y le mostró la tarjeta roja. Según este, fue al pedirle explicaciones cuando le mostró al contrincante sangrando en el suelo. “Hasta entonces no lo había visto”, insiste.

A preguntas del abogado Marco Antonio Navarro, que ejerce la acusación particular, el encausado reconoció que, por estos hechos, la Federación Aragonesa de Fútbol le ha impuesto una expulsión de dos años que considera también “injusta”. No en vano, el subcomité de Competición y Disciplina Deportiva Territorial dijo en su informe que el ahora investigado actuó con “inequívoco propósito de causar daño”. “Mi equipo ha recurrido la sanción con varias alegaciones pero la federación no hace caso”, indicó Alejandro M. T., al que asiste la letrada Olga Oseira.

Mantiene el jugador del Alfajarín C. D. que, al finalizar el partido, el árbitro llegó a comentar a su entrenador que en el acta iba a poner que el choque había sido fortuito. Parece que dada la tensión el colegiado prefirió no redactar el acta en el campo. “Ya en su casa puso lo que quiso”, declaró el denunciado. Por tanto, todo hace prever que el siguiente en pasar por el juzgado para aclarar lo sucedido será el citado árbitro.

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