Zaragoza estrena un proyecto pionero de carteles inclusivos
El colegio La Purísima ha elaborado carteles con lengua de signos, braille y pictogramas para su centro y tiendas del barrio.
Cuando los vecinos van a comprar a la carnicería de Manolo y Elena, en la calle Bretón, se encuentran con un cartel 'multilingüe' en la puerta: con un pictograma, una foto en lengua de signos, palabra escrita, braille y un vídeo a través de un código QR. Es uno de los primeros comercios que se sumó a un proyecto de señalética inclusiva ideado y realizado por el colegio La Purísima para niños sordos. Unas 60 tiendas de la zona de Universidad y las Delicias cuentan con carteles similares.
"Cuando los clientes nos preguntan por el cartel, les decimos que es para que todo el mundo lo pueda entender. Los ciegos lo tocan. Los que no leen puede ver el dibujo o el vídeo. Siempre hemos colaborado con el colegio La Purísima y nos parece una iniciativa muy buena", explica Manolo Sevil, el carnicero. Entre sus clientes más fieles tiene desde hace años a una pareja de sordos, con los que se comunica con señas, y con ayuda de su hija.
El proyecto de señalética de La Purísima nació el curso pasado en el colegio para identificar las estancias del centro con carteles que pudieran comprender personas con distintas discapacidades. El colegio tiene unos 140 alumnos desde 0 hasta 21 años con problemas auditivos y algunos con pluridiscapacidad. Después, decidieron extenderlo y sacarlo también fuera del centro. Incluso han repartido un centenar de carteles en otros cuatro colegios de Valencia, Málaga, Mallorca y Madrid.
"El objetivo del proyecto es facilitar la comunicación y mejorar la accesibilidad cognitiva a aquellas personas que por diversas circunstancias lo necesitan. Partíamos de una realidad concreta como es un colegio de educación especial. Queríamos que nuestro colegio fuese accesible pero también quisimos ampliar el proyecto y hacerlo extensible a nuestro entorno más próximo, el barrio. Es una manera de facilitar la comunicación a quien lo necesita y a la vez sirve de sensibilización para la gente sin discapacidad", explica Sonia Aso, profesora en el colegio y una de las impulsoras del proyecto.
La idea se hizo realidad gracias una subvención de 20.000 euros del Ministerio de Educación para proyectos de nuevas tecnologías y discapacidad. Seis trabajadores del colegio han realizado los carteles y una aplicación web. Los alumnos han colaborado en los vídeos y en distintas tareas del proceso. En una primera fase, han repartido carteles en unos 60 comercios del entorno de las calles de Corona de Aragón, Bretón y avenida de Valencia. Tienen preparados más para llegar próximamente a unos 150 establecimientos, incluidos el Clínico, la Comisaría de Policía de Delicias y la Universidad.
"Queremos que el proyecto siga creciendo. Hemos hecho cien carteles para repartir en colegios aragoneses. Además, vamos a colgar los materiales en internet y los ofrecemos para que quien quiera los descargue libremente y los use en su centro. Es un proyecto colaborativo que nos beneficia a todos", subraya Sonia Aso.
El proyecto de señalética de La Purísima usa pictogramas que ofrece el Portal aragonés de la comunicación aumentativa y alternativa (ARASAAC), una iniciativa que nació en Aragón en 2006 para facilitar la inclusión de personas con discapacidad o dificultades con el idioma. Ofrecen vídeos y materiales con lengua de signos que se utilizan en más de un centenar de países.
