Las peñas se van de fiesta pese a sus diferencias

Son unos días atípicos, por eso de la escisión de Interpeñas. Pero la marcha peñista no hay quien la pare. El corazón de la fiesta está partido, pero sigue igual de divertido y bullicioso.

Las peñas el Rebullo, de Interpeñas, y La Forca de Unión Peñista, juntas en La Misericordia

Jonathan Cabello, peñista del Rebullo desde que nació, no hay Fiestas del Pilar que no baile la jota de los Sitios de Zaragoza. Y este año no iba a ser menos. A eso de las 9.30 del lunes pilarista, en una plaza de toros con las vaquillas dando tumbos por la arena, la peña Forca afinó los instrumentos y le puso música. Y Jonathan bailó con ganas entre los aplausos del tendido.

El asunto no tendría más trascendencia si no fuera porque este es el año de la ruptura, con la escisión de la Federación Interpeñas, que por primera vez no tiene pabellón propio en fiestas, y el nacimiento de la Unión Peñista. "Pero para nosotros no hay ningún problema. Estas fiestas son un poco más difíciles de llevar, pero si hay ganas...", dijo Jonathan, convencido de que más pronto que tarde las peñas zaragozanas volverán a estar unidas.

Anticipo festivo

En víspera de pregón, muchas peñas empezaron su jarana. En El Jaleo, en el Actur, tuvieron su pregón y entregaron un detalle a los peñistas que cumplían 25 años, mientras que El Tonel tenían su concurso de misses y míster, con sus premios y la banda correspondiente para todas las fiestas. Y en El Brabán, había fiesta alemana, con codillo, salchichas y cerveza en abundancia. En el auditorio de Interpeñas, sonaban los Electroduendes y sus tributos a grupos de los 80.

Pero el primero, el sábado de fiestas y pregón, siempre es día grande. Eva Cerdán, del Jaleo, a las 9.00 ya estaba en la peña. Hasta ese día no se pone el traje. "Montamos el camión, ponemos las banderas y lo dejamos todo decente, para cargarlo de sangría y bebidas para los niños", comentó. A media mañana, el ritual exigía huevos fritos con jamón.

En el arranque de las fiestas, Eva admitió el fastidio de no tener pabellón propio y se quejó de que para el Ayuntamiento "hay peñistas de primera y de segunda". "¿Por qué a unos sí y a otros no? A nosotros no nos han dado ni una oportunidad", afirmó. Pero acabó sacando el lado bueno: "La gente está disfrutando, de forma diferente, pero disfrutando. Esta situación nos ha hecho recuperar el espíritu peñista, el buscarte la vida para pasarlo bien. Hay más apoyo entre peñistas, lo compartimos todo".

A la hora de comer, en la peña El Brabán, que junto al Rebullo y Adebán cumple 40 años, tocó paella para 200. "La hacemos nosotros en la cocina", aseguró David Martínez. Después de comer, organizaron el pregón del aniversario en el puente del Canal a la espera de dirigirse después al paseo hasta la plaza de Santa Engracia, donde la Unión Peñista dio el sábado el pistoletazo de salida de las fiestas. David lo tiene claro: "Las peñas seguimos igual. Los problemas han sido por la gestión de Interpeñas", comentó.

Dos pregones

Este año los peñistas han tenido dos pregones, uno de Interpeñas en la plaza de España y otro de la Unión en de Santa Engracia. En el primero, la peña El Rebullo fue la gran protagonista en su 40 cumpleaños. Sara Priego es la presidenta y Alfonso Blasco, ‘Naranjito’, uno de sus fundadores.

"Estaba muy nerviosa, por subir a hablar delante de tanta gente. Las amigas de toda la vida estaban llorando. Para nosotros es un orgullo", afirmó Sara. Allí estaba Braulio Cantera, de Los 5.000 y presidente de la federación. Admitió el fastidio de no tener pabellón, "un punto de encuentro para todos". "Es un año malo, desagradable, desde luego es atípico. Pero que nadie tenga duda de que las peñas siguen con sus actividades y hay buen ambiente", garantizó.

Las 15 peñas de la federación no quisieron llevar sus charangas hasta la plaza del Pilar para escuchar el pregón oficial. Era su forma de expresar al Ayuntamiento su queja por la falta de apoyo a la hora de tener un espacio propio. Enfilaron Don Jaime en silencio y al llegar al paseo de Echegaray se dispersaron. Como no tiene pabellón, la federación ha llegado a acuerdos con una docena de locales hosteleros zaragozanos, donde tiene buen precio para beber y tomar un tentempié.

La Unión Peñista sí que desfiló hasta el Ayuntamiento. "Volvimos a los viejos tiempos de la plaza de Santa Engracia, desde el balcón de la UGT. Los peñistas tenían la ilusión en la cara por volver a la plaza", afirmó Anita Alcalá, del Tonel. David, del Brabán, apuntó que "fue emocionante" y se vivió "de una forma sana". "Queremos retomar tradiciones que se habían perdido", comentó Víctor Cinca, de otra de las peñas cuarentonas, Adebán. Pese a los temores iniciales, no hubo tensiones graves entre las peñas de una y otra agrupación. La fiesta era lo primero.

Y llega la noche

El sábado por la noche, cada uno tuvo su plan. Muchos optaron por quedarse en sus sedes. Nacho Moreno, de Los Chachos, señaló que muchos de los socios de su peña estuvieron en el local en la calle Santa Rosa de San José hasta altas horas de la madrugada. "Tenemos verbenas, monologuistas, actuaciones... Y todas las noches hay un espectáculo", afirmó Nacho, que comentó que no han notado tanto la cuestión de no tener un pabellón propio.

Los Chachos fue una de las peñas que votó y decidió continuar en la federación. Pero eso no significa que den la espalda a sus compañeros de la Unión. "Vamos a seguir compartiendo actividades con peñas del ‘otro bando’, que son nuestras hermanas. Somos vecinos de Pechín, Cuber o El Brabán y siempre hemos hechos cosas con ellos", declaró .

Pero, como debe ser, no hay un guión fijo. Víctor Cinca, de la peña Adebán, explicó que después del pregón del sábado se volvieron a la peña con la charanga. "Estuvimos un rato y a eso de las 11.00 nos subimos a Valdespartera", dijo. A diferencia de Interpeñas, que no tiene ningún espacio de referencia tras la negativa del Ayuntamiento, la Unión Peñista ha llegado a un acuerdo con el Espacio Zity, donde tiene la carpa Remember a su disposición. "Las carpas son impresionantes y los conciertos, geniales. No hemos tenido ningún problema", subrayó Víctor.

Anita Alcalá y gran parte de la peña El Tonel también optó por Valdespartera tras meterse un bocata de jamón en la peña. "Entramos con nuestro carné de la Unión y una pulsera, sin filas y sin ningún problema", afirmó Anita encantada por la solución dada para estas fiestas.

Pero muchos de los peñistas consultados comentan que, pese a la división, no hay compartimentos estancos, que al final todos se mezclan. Eva, del Jaleo, indicó que muchos peñistas de la federación "se han comprado el bono y se han subido a Valdespartera". Allí conviven sin problemas con las peñas de la Unión.

Con el domingo llegaron las vaquillas, las comidas en la peña, las ‘pinchadas’ de barril, concursos de jotas, las cenas y recenas. Ahora toca encarar los días grandes de las fiestas con las pilas cargadas. Hoy mismo La Unión celebra su ‘arrejuntamiento’ de peñas, que partirá a las 18.30 de la plaza de Santa Engracia. Y mañana toca el maratón de charangas de Interpeñas. A los peñistas no hay quien los pare.

Como a Jonathan, que al ritmo frenético de la jota acabó exhausto el baile entre los ‘olés’ del público que le acompañaba. Y por si quedaba alguna duda, lanzó un último mensaje: "Aquí no importa ni el color ni el escudo. Todos somos peñistas".

- Consulta el programa de las Fiestas del Pilar en HERALDO OCIO

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