Si no hay cambio de planes, el parque del Tío Jorge volverá a abrir mañana, pero lo hará con 50 árboles menos que hace apenas diez días. Tras la caída de ejemplares por las tormentas y la tala de aquellos que estaban en riesgo, la oposición municipal exige al gobierno que lleve a cabo una inspección extraordinaria en los 130.000 árboles que existen en la ciudad y de los que se calcula que hay unos 16.000 enfermos o en situación de grave deterioro.

El parque del Tío Jorge fue al que más afectó la tormenta del pasado domingo 12 de agosto –por el nivel freático del Ebro que hace que las raíces no sean muy profundas–, pero ramas de envergadura cayeron por todos los barrios. Así, los grupos piden a ZEC que actúe –como vienen solicitando en las comisiones de Medio Ambiente desde hace tres años– y que no espere hasta que se haya adjudicado el nuevo contrato de parques y jardines, que será ya en 2019.

Mientras que el PP solicitó este martes que se ejecute "de forma simultánea y urgente" el plan director del parque del Tío Jorge y el tanque de tormentas en el entorno de Broto para "dignificar la margen izquierda", el grupo municipal de CHA exigió una auditoría de todos los árboles de los parques y jardines de la ciudad porque considera que las tormentas evidencian "el lamentable estado de conservación y el abandono que sufren los árboles".

El PSOE respalda esta idea e insiste en que "no se puede echar a perder el patrimonio verde que ha costado muchos años conseguir" y solicita una potente campaña de poda, y que estas tareas no se dejen al libre albedrío de las empresas. Por su parte, desde Ciudadanos apuntan que "el equipo de gobierno va a contracorriente y poniendo parches, en vez de establecer una correcta política de prevención", dice Alberto Casañal, que recuerda que su grupo lleva años pidiendo un plan integral del arbolado.

ZEC salió ayer al paso de estas críticas y aseguró que el gobierno "tiene un presupuesto plurianual de 200.000 euros para acometer obras y mejoras en el parque del Tío Jorge recogidas en el Plan Director que se elaboró en 2016", en palabras del responsable de Sostenibilidad, Pablo Muñoz. El alcalde accidental lamentó también "el cinismo" que supone exigir la ejecución de las obras del plan director "cuando precisamente se trata de uno de los 81 proyectos que estaban bloqueados a la espera del permiso de la DGA".

Años de espera

Los grupos de la oposición, no obstante, preparan ya para las comisiones de septiembre de Servicios Públicos y Sostenibilidad una batería de preguntas y propuestas para poner coto a la continua caída de árboles, si bien –como recordaba ayer Carmelo Asensio (CHA)– en el pleno de junio de 2017 "el concejal Alberto Cubero se comprometió a elaborar un plan especial de arbolado para otoño del que nada se ha vuelto a saber". El portavoz nacionalista insiste en que sería necesario "que se haga lo mismo que se está haciendo en el Tío Jorge en el resto de los parques, es decir, queremos que se analice qué ejemplares están en riesgo y pueden suponer un peligro para los ciudadanos".

Al margen de solicitar el tan traído y tan llevado plan de poda, la oposición también exige un programa de repoblación de los árboles caídos o talados. ZEC anunció que en otoño tiene previsto plantar 450 nuevos ejemplares, si bien hay que recordar que con las sucesivas tormentas (sobre todo con la virulenta del pasado 11 de julio) se han caído o ha habido que talar más de medio millar.