Los vecinos y comerciantes de Don Jaime I exigen que los trabajos acaben antes del Pilar

Las obras tienen un plazo de ejecución de dos meses pero para el pregón apenas faltan 46 días. Las labores para elevar la calzada comenzaron en el cruce de la calle Mayor e irán hacia Echegaray.

Las máquinas comenzaron a levantar el asfalto este lunes a primera hora.
Las máquinas comenzaron a levantar el asfalto este lunes a primera hora.
Raquel Labodía

Con expectación, escepticismo y, sobre todo, preocupación por que se cumplan los plazos. Así están recibiendo los vecinos y comerciantes de Don Jaime I las obras para elevar las calzadas de la calle, que a muchos han pillado por sorpresa porque el gobierno municipal las anunció apenas 72 horas antes de que dieran comienzo. Este lunes, a las 7.30, se produjo el corte de tráfico desde la entrada de Echegaray y Caballero, y comenzaron a asomar las primeras taladradoras que ya están levantando el firme de vía.

"Solo esperamos que les dé tiempo a acabar para las Fiestas del Pilar, porque en verano se vende poco y justo en la época buena no queremos estar rodeados de zanjas y vallas", decían este lunes algunos comerciantes al ver aparecer las primeras brigadas. Las obras, con un presupuesto de 175.000 euros, tienen un plazo de ejecución de dos meses, pero el concejal de Urbanismo, Pablo Muñoz, se muestra confiado de que estén acabadas para las fiestas. Eso sí, para el pregón apenas faltan 46 –será la noche del 6 de octubre– con lo que cualquier mínimo imprevisto podría complicar los plazos y dejar inhabilitada en el Pilar una arteria del Casco que es esencial para el pregón, la Ofrenda o las salidas de la comparsa de gigantes y cabezudos.

Opiniones sobre la conveniencia y necesidad de estos trabajos las hay para todos los gustos, desde los que piensan que servirán para "renovar la estética y hacer una calle más atractiva" hasta los que creen que "hay inversiones mucho más necesarias en otros puntos de la ciudad". Cierto es que la sociedad zaragozana es contestataria a los cambios (este lunes los vecinos recordaban las protestas por las reformas de Independencia o el paseo de las Damas), pero las pequeñas tiendas de ‘souvenirs’ de la zona podrían beneficiarse del hipotético ensanchamiento de aceras. Los mismos vendedores temen, no obstante, que fuera del horario comercial Don Jaime I se quede aún más aislada y se convierta en una calle fantasma pasadas las 22.00.

Escalones y cotas

La intención del gobierno de ZEC es "alinear las aceras y la calzada" y dejar el primer tramo de la calle en la misma cota, creando así una plataforma única en la que el espacio para viandantes y vehículos estará separado por bolardos. Aunque es cierto que muchos vecinos celebran que se acabe con unos escalones de acera excesivamente altos –hasta 30 centímetros en algunos puntos, que han provocado caídas de gente mayor–, otros apuntan que cuando todo esté alineado habrá que hacer más esfuerzo, por ejemplo, para subir a los autobuses.

De hecho, este fue uno de los motivos por el que el área de Movilidad desaconsejó hace meses la plataforma única, aunque ahora ZEC dice que servirá para "mejorar la accesibilidad". La reforma tampoco convence al colectivo Acera Peatonal, desde donde recuerdan que este tipo de fórmulas no funcionan en calles con tráfico rodado –por Don Jaime I pasan numerosos taxis y buses– ni cuyo ancho es mayor a 7,10 metros. Acera Peatonal también critica la falta de información sobre los trabajos y pone el acento en que en su día se creó el consejo sectorial de Urbanismo y Movilidad como "un espacio de participación para que el tejido social pudiera tener voz y participar", pero en esta reforma "no se le ha consultado nada".

Otra de las incógnitas abiertas es qué sucederá cuando los trabajos concluyan con el tramo de la calle que no está previsto renovar. Pablo Muñoz, que esta semana ejerce de alcalde en funciones, dijo este lunes que estas obras son "un experimento" y que, cuando acaben, se evaluará el resultado y se verá si se continúa en el tramo que va desde el cruce con la calle Mayor hasta el Coso Bajo.

De momento, se ha empezado levantando el asfalto antiguo en la zona de Espoz y Mina, donde también hay que reubicar los sumideros en el eje de la calzada, hacer trampillones en arquetas de abastecimiento para poder accionar las válvulas desde el exterior y, posteriormente, adaptar las numerosas tapas de registro.

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