Made in Zaragoza, el programa municipal de Zaragoza Activa que visibiliza la vida creativa de la ciudad a través de proyectos emprendedores, trabaja por mostrar cada día la potencialidad que tiene el pequeño comercio de la ciudad, puesto que va más allá del ámbito del consumo y vertebra los barrios y las calles, generando espacios ciudadanos de encuentro.

Con el objetivo de aportar a los negocios un ‘plus’ de innovación nace la tercera convocatoria para participar en el MIZ-Lab, el laboratorio de innovación comercial de Made in Zaragoza. “Hubo un momento en el que nos planteamos que algunos establecimientos necesitaban dar una vuelta a su concepción o a su manera de presentarse en público. Así diseñamos este laboratorio, porque entendemos que ofreciendo un apoyo de profesionales expertos es posible mejorar los negocios y los resultados comerciales”, explica Jesús Alquezar, director de Zaragoza Activa.

El año pasado tuvo lugar la primera edición, una operación piloto con el negocio Juegos Tradicionales. En el primer semestre  de 2018 se desarrolló la segunda, con la pastelería Toque de Canela, ubicada en la calle San Vicente de Paul, y la presente convocatoria (el plazo para presentarse es hasta el 20 de septiembre) abre las puertas a negocios que estén fuera de la red creativa de la ciudad.

“Queremos que se presenten y ofrecer la posibilidad de reorientar un negocio a través de la creatividad,  para que después entren a formar parte de Made in Zaragoza”, cuenta Alquézar. La intención es mantener esta trayectoria y a principios de año realizar un primer laboratorio con miembros activos de la red y en la segunda mitad abrir una nueva convocatoria a negocios que no pertenezcan a Made in Zaragoza, para incorporarlos posteriormente.

El director de Zaragoza Activa señala que los pilares sobre los que se sustenta el MIZ-Lab son tres: la estrategia de negocio, la comunicación del negocio y el trabajo sobre el espacio físico, es decir, una propuesta de ‘restyling’ de la tienda. “Nuestro propósito es ayudar a optimizar los comercios a cambio de nada, todo por mejorar la ciudad”, apunta Alquezar, quien está muy satisfecho con las experiencias ya vividas y confía en que esta tercera edición sea tan positiva como las anteriores.

Durante tres meses, los mentores de estrategia de negocio, comunicación y espacio físico trabajarán mano a mano con los propietarios del establecimiento a rediseñar. La solicitud de participación se tiene que enviar junto con alguna foto actual de la tienda y el motivo por el que tendría que ser el comercio elegido a madeinzgz@zaragoza.es, poniendo en el asunto: Solicitud MIZ-Lab2. A finales de septiembre se dará a conocer qué tienda ha sido la seleccionada para vivir la experiencia.

Cualquier establecimiento no franquiciado de la ciudad puede optar a entrar en el laboratorio, pero tiene que cumplir los siguientes requisitos: aceptar el compromiso de trabajo conjunto con el personal profesional y la implicación durante todo el proceso, y asumir el trabajo en código abierto, mostrando la evolución del negocio durante el tiempo que el laboratorio esté funcionando. La intervención es solo un punto de partida que culminará con un evento de ‘reapertura’ en el que se podrá apreciar la nueva orientación del comercio trabajada durante el proceso.

La creatividad no entiende de barrios, aunque Alquézar reconoce que “en todas las ciudades, las tiendas con un toque innovador tienden a ocupar los espacios más históricos”. En el caso de Zaragoza muchos de los negocios creativos están situados en el Casco, pero el director de Zaragoza Activa recuerda que “acabamos de hacer la primera edición de La Noche de las Tiendas Creativas en Las Fuentes y se han incorporado 19 comercios, lo cual fue para nosotros casi una sorpresa”.

Zaragoza tiene para Alquézar “un fuerte sustrato de creatividad en los negocios, somos una ciudad en la que el comerciante se preocupa de aportar valor a su tienda”. La tendencia de apostar por la renovación está siendo progresiva y motivada por la competitividad, con grandes operadores comerciales y otros establecimientos de comercio de proximidad. Tal y como indica el director de Zaragoza Activa, “la supervivencia de un establecimiento está relacionada con la capacidad de transformación del mismo”.