Condenado un joven por ayudar a una chica de 17 años de Zaragoza a prostituirse en internet
La Audiencia Provincial le impone una condena de dos años de prisión por orientar a la chica y explicarle cómo captar clientes. Absuelve a otro amigo de la menor que también fue juzgado por estos hechos.
No obligó a su entonces amiga, de solo 17 años, a prostituirse, pero la ayudó y orientó para que lo hiciera. ¿Cómo? Principalmente, explicándole la forma de captar clientes a través de internet. Eso es lo que reprocha la Audiencia de Zaragoza a Bruno C. S., un joven al que acaba de condenar a dos años de prisión y al pago de una multa de 2.160 euros.
Durante el juicio, celebrado el pasado 13 julio, el acusado negó saber que la chica era menor, así como que le diera consejos para vender su cuerpo."Creo que fueron sus amigas las que me comentaron que estaba dispuesta a prostituirse, pero yo nunca la orienté o enseñé cómo anunciarse", dijo el joven, reconociendo que él si ejerce la prostitución con hombres.
Pero los magistrados han dado mayor credibilidad a la versión de la denunciante, quien manifestó durante la vista que Bruno C. S. formaba parte de su grupo de amigos y sabía "perfectamente" que era menor. "Nos echaron más de una vez de algún bar precisamente porque yo no tenía los 18", explicó al tribunal. Al preguntarle si este joven la ayudó a prostituirse, la chica recordó que en aquella etapa oscura de su vida en la que era adicta a las drogas y que empieza a dejar atrás, gracias al apoyo de su familia y los terapeutas Bruno la aconsejó sobre cómo ejercer la prostitución. Según la entonces menor, incluso llegaron a practicar juntos un trío.
Absuelto el segundo acusado
Además de Bruno C. S., en el banquillo de los acusados se sentó Carlos Manuel M., para el que la Fiscalía pedía también inicialmente seis años de cárcel por un delito de facilitación de la prostitución a menores. A la hora de referirse a este amigo, los recuerdos de las denunciante fueron bastante más difusos. Pese a ello, esta recordó que también le puso "un anuncio" para buscarle clientes.
Como el joven lo negó, el fiscal le preguntó por una serie de mensajes que intercambió con la chica por Whatsapp."Cuando ella le dice que está castigada y no puede salir de casa usted le pregunta: ¿Y si sale algún cliente qué le digo? ¿Le buscaba entonces usted clientes para que se prostituyera o no?", le inquirió. El acusado contestó que "todo era una broma"."¿Y dónde está la gracia?, le repreguntó el representante del ministerio público, sin que Carlos Manuel M. supiera darle una respuesta distinta.
Al final, la Audiencia entiende que no había prueba suficiente para condenarlo y lo ha absuelto.
