Cursos de defensa personal y lengua de signos triunfan entre los jóvenes de Torrero

Los jóvenes de Zaragoza que no tienen la posibilidad de salir en verano de la ciudad no tienen por qué renunciar al ocio. Para eso, las casas de juventud, que prestan servicio a la población de 12 a 30 años, mantienen una programación constante durante el periodo estival con una oferta similar a la del curso escolar, a la que se añaden más actividades y cursos y talleres intensivos.

Una de las más activas es la casa de juventud del barrio de Torrero, que hará un pequeño parón la última quincena de agosto pero retomará la programación en septiembre siguiendo la misma línea de apostar por la variedad. “En verano siempre hay algún curso que no tiene la afluencia suficiente y se tiene que cancelar, pero en nuestro caso acuden jóvenes muy implicados y tenemos casi todos los talleres al completo”, cuenta Jorge Alquezar, educador de la casa de juventud de Torrero.

A los cursos estables se suma lo que han denominado espacio recreativo, un lugar en el que los chicos acuden para jugar y relacionarse. Para fomentarlo, desde la casa de juventud se programan actividades dirigidas, como excursiones al Pirineo, salidas a centros de ocio de Zaragoza o a las piscinas municipales. “Para cubrir todas las necesidades programamos cursos y talleres estables y favorecemos la realización de actividades más abiertas y libres, así todo el mundo puede encontrar su espacio”, dice Alquezar.

Los jóvenes que han acudido al centro juvenil de Torrero en los últimos días han podido disfrutar de ‘escape rooms’, un curso de ajedrez, juegos de láser, ‘masterclass’ de danza, un taller de muebles de madera, senderismo por el ibón de Piedrafita o un curso de iniciación en la lengua de signos, “tal vez la actividad que mejor acogida ha tenido, por eso se prolongará durante el curso”, avanza el educador de la casa de juventud.

Este año también se está aprovechando el verano para trabajar otras opciones, ver la reacción de los jóvenes y comprobar si tendrían cabida en la programación estable del centro. Es el caso de un curso de defensa personal, cuyo éxito ha sido rotundo. “El verano es buen momento para que los jóvenes que nos visitan durante el año continúen viéndose y para que otros nos descubran y se enganchen a en septiembre, pero cuando incorporamos novedades nunca sabemos cómo van a funcionar”, explica Alquezar. En el caso de la defensa personal, las 15 plazas disponibles se han cubierto y mucha gente se ha quedado a las puertas de poder participar.

Por ello, tratarán de incorporar el taller al próximo curso, aunque cuentan con un espacio limitado. “El aula es pequeña y dependemos de horarios, porque la gente durante el año tiene otras ocupaciones y tal vez es más difícil que se apunten, pero viendo la buena acogida que ha tenido ahora hemos comprobado que la defensa personal es uno de los intereses de los jóvenes hoy en día”, consideran en la casa de juventud de Torrero.

La implicación de muchos de los que asisten a estos centros es continuista con el paso de los años, por eso algunos de los que entraron de pequeños, al crecer se han convertido en unos dinamizadores más. “En Torrero tenemos chicos que están con nosotros desde los 12 años y ahora que se han sacado el título de Monitor de Tiempo Libre dejamos que colaboren en talleres para que vayan cogiendo experiencia”, dice orgulloso Alquezar.

Los trabajadores del centro están “muy satisfechos” con la respuesta de los jóvenes a sus programas. De hecho, en su espacio recreativo registran una cifra de unos 150 chavales que acuden de manera estable. “Además, se ha incrementado este año, y nos gustaría que siguiera siendo así”, apunta Alquezar. Aunque la mayoría de jóvenes que acuden residen en Torrero, el educador recuerda que las actividades están abiertas a todos los zaragozanos, independientemente de su barrio de procedencia: “Todas las casas de juventud estamos para todos, por eso nos repartimos las fechas de cierre y los próximos días de agosto en los que nosotros no estaremos abiertos los jóvenes podrán seguir disfrutando de actividades en otras casas como la de Casablanca, San José o Las Fuentes”.