Botellón, peleas y tráfico de drogas acaban con la paciencia de los vecinos del Casco Histórico

Las molestias son constantes durante todo el año en la plaza de San Antón, la del Justicia o la calle el Temple.

Restos de botellas de cristal en la plaza de San Antón
Botellón, peleas y tráfico de drogas acaban con la paciencia de los vecinos del Casco Histórico
Heraldo.es

Botellón, peleas y  tráfico de drogas forman parte del día a día de los vecinos de la plaza de San Antón, en pleno Casco Histórico de Zaragoza. En verano, con la llegada del buen tiempo, estas escenas se incrementan en la vía pública, aunque quienes las presencian aseguran que “son una constante durante los fines de semana y los festivos de todo el año”.

La presencia policial existe, y las cuadrillas de limpieza pasan las mañanas de sábados y domingos para eliminar los restos de suciedad de las noches anteriores, pero los que residen en San Antón dicen que “por desgracia, no es suficiente”. La situación ha sido denunciada en varias ocasiones y algunos vecinos coinciden en que el principal problema lo acarrean “los bares que tenemos alrededor, el after La Jungla y el Gavara, hemos visto salir de todo allí y tendrían que estar más controlados”.

Rafa Visiedo, habitante de la zona, lamenta que “en más de una ocasión nos hemos llegado a plantear marcharnos de aquí. Al final nos quedamos porque es nuestro sitio, pero hay días que se hace insoportable”. Visiedo explica que en invierno, al tener las ventanas cerradas, “las molestias se notan menos, pero en verano estamos perdidos”. Además, el vecino cuenta que tiene que lidiar con “roces con las personas que pasan por aquí, a veces por el mero hecho de que te pidan un cigarro, así que no es una zona segura”.

Los vecinos subrayan que tienen que alertar a la policía con frecuencia, porque “la gente se nos llega a meter dentro del portal para hacer botellón”, por eso se preguntan para qué se está haciendo un esfuerzo por revitalizar el Casco Histórico “si luego este tipo de cosas no se cuidan”. Visiedo dice que “lo extraño aquí es tener un fin de semana tranquilo”, por eso se han instalado cámaras de vigilancia en la plaza de San Antón y contrachapado metálico en las cerraduras de los portales, para evitar que se generen desperfectos en las viviendas.

Además de demandar mayor presencia policial, los afectados solicitan que se lleve a cabo un control de la limpieza superior. Para ellos, lo peor son las botellas de cristal que quedan por el suelo y que se terminan rompiendo. “Yo tengo un perro y algún fin de semana lo he tenido que sacar a la calle en brazos, si no se hace daño”, apunta Visiedo. La opinión es compartida por vecinos de calles adyacentes, como la calle el Temple o la plaza del Justicia, donde  “también sufrimos la escasez de limpieza, aunque sabemos que el mayor problema viene por la gente, que no tiene ningún miramiento”, señala Cristina Gil.

Gil vive en las proximidades de la plaza del Justicia y dice que “no somos un vecindario muy mayor, no somos cascarrabias y seguro que más de uno hemos hecho botellón en la calle cuando éramos más jóvenes, pero se han sobrepasado los límites”. Visiedo, por su parte, entiende que en fechas señaladas como las fiestas del Pilar “se dé más manga ancha”, pero  insiste en que “los niños pequeños de la zona no tienen por qué criarse viendo a diario según qué situaciones”.

Jóvenes como A. P. y M. L. reconocen que en verano acuden a la plaza del Justicia a hacer botellón porque “en muchos bares el precio de las consumiciones es excesivo, así que preferimos el botellón: gastamos menos y socializamos con los amigos”. Ellas aseguran que recogen los residuos antes de marcharse y que si alguna vez les han llamado la atención “o hemos bajado la voz o nos hemos ido a otra zona”, pero “otros grupos dejan todo hecho una pena, entendemos que los vecinos se quejen, no tiene que ser agradable lo que se encuentran por las mañanas”.

En la Comisión de Servicios Públicos del Ayuntamiento de Zaragoza celebrada el pasado 23 de julio, el concejal Alberto Cubero recordó que la contrata de limpieza dispone de todos sus efectivos de lunes a sábado, y los domingos se cuenta con cuatro equipos de 20 personas “para la limpieza de las denominadas zonas de bares, relacionadas con el botellón”. Desde el grupo municipal del Partido Popular solicitaron que “las tareas de limpieza se refuercen, porque en verano la realidad es que no se hace más de las labores habituales”. También comentaron que “tal vez ha llegado el momento de plantearnos todos los grupos una modificación de la ordenanza”, con el fin de prohibir la práctica del botellón “de una manera más estricta” y erradicarlo en la vía pública.

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