Calle del Coso (I): la vía milenaria donde terminaba la ciudad

La del Coso es una de las vías más populares y queridas de la capital aragonesa. Su trazado está repleto de edificios emblemáticos y singulares episodios históricos

Calle del Coso
Calle del Coso
Aránzazu Navarro/Archivo Heraldo

Por el corazón de la capital aragonesa discurre una vía bimilenaria que se cuenta entre las más populares de la ciudad: el ‘cursus’, cuyo trazado sigue el de la muralla de época romana. Son tantos los elementos arquitectónicos y las historias que alberga este eje urbano que esta vez el recorrido propuesto se divide en dos partes: la primera, con el tramo que comprende los números del 1 (palacio de los Luna) al 101 (emplazamiento conocido como ‘las Piedras del Coso’); y la segunda, desde este lugar hasta el río Ebro, aunque esta división no queda clara en relación a los tramos popularmente llamados Coso (o Coso Alto) y Coso Bajo.

"Así como en Huesca las denominaciones de Coso Alto y Bajo están muy claras y tienen carácter oficial, en Zaragoza nunca ha sido así, de modo que los adjetivos entran de lleno en el terreno de lo oficioso, con las consiguientes imprecisiones y libertades", explica Ramón Betrán, arquitecto municipal y director de Servicios de Planificación y Diseño Urbano. Los nomenclátor, crónicas y guías se han referido siempre al Coso, sin distinciones, y los zaragozanos "las ha utilizado a su manera –añade–. Al igual que en Huesca la divisoria está en los porches de Galicia y la calle de Villahermosa, la más unánimemente reconocida en Zaragoza está en Independencia y Mártires".

Sin embargo, en opinión de Betrán, "es más habitual oír la expresión Coso Bajo aplicada al tramo que va desde las Piedras del Coso y la calle de Espartero hasta el río que al tramo comprendido entre Independencia y Espartero".

Con mas de dos mil años, esta calle mantiene el pulso de la ciudad y concita un buen número de edificios y otros elementos catalogados, 47 nada menos, que dan testimonio de su pasado, su presente y su futuro. A comienzos del siglo XX, todavía presumía de ser la vía más larga de Zaragoza y a lo largo de diferentes épocas, ha sido calle de farmacias –con numerosas boticas–, periódicos –aquí tuvieron su sede el ‘Diario de Zaragoza’, ‘Diario de Avisos’, ‘El Noticiero’ y también HERALDO, en el número 86–, bancos (de Aragón, Zaragozano, de España, Santander, Bilbao...), hoteles (Oriente, Alfonso I...) cafeterías y restaurantes como el París, Habana, Las Vegas 2 o el Savoy, comercios (Bazar X, librería Universal, pastelería Zorraquino, la Droga Alfonso o la mercería Larraz), casinos, cines y teatros –casino de Zaragoza y Mercantil; el cine Coso, el Ena Victoria y el Principal–.

Todavía conserva palacios del siglo XVI como el de los Luna y el de Sástago, junto a otras construcciones más modernas que también forman parte de su historia, como la antigua sede de la compañía Adriática de Seguros (número 34), proyectada en 1948, que en su momento fue el edificio de pisos más alto de Zaragoza.

En el siglo XV esta vía ya era llamada Coso y en ella se abrían algunas de las principales puertas de la ciudad, como la Cineja, a la altura de la calle de los Mártires. "Frente a esta puerta es tradición que tuvo lugar el martirio de los Innumerables Mártires de Zaragoza y bajo ella pasaba la ‘vía sacra’, foso o cueva artificial destinada al enterramiento de los cadáveres. La primitiva puerta fue renovada en 1492 por Domingo Urola y subsistió hasta su demolición por los franceses en 1809", recoge la historiadora Ana María García Terrel en el libro ‘El Tubo y su entorno’.

Donde hoy se alza el palacio de la Diputación de Zaragoza estuvo el convento de San Francisco (s.XIII), arruinado durante la Guerra de la Independencia. A comienzos del siglo XV se construyó el hospital de Nuestra Señora de Gracia en el Coso, en el lugar que ahora ocupa el Banco de España, también destruido tras los Sitios. "Entre el convento de San Francisco, el hospital y la puerta Cineja quedaba una pequeña plaza, origen de la actual plaza de España. Su centro estaba ocupado por el humilladero de la Cruz del Coso", añade García Terrel.

La más céntrica

El primer número del Coso coincide con lo que se considera el centro de Zaragoza, pues la numeración de las calles de una ciudad suele iniciarse donde se establece el centro urbano: la plaza Mayor, el Ayuntamiento... En la capital aragonesa, ese punto no es la plaza de España y tampoco la del Pilar, sino el cruce de César Augusto, Coso y Conde de Aranda. En concreto, el Palacio de los Luna, actual sede del Tribunal Superior de Justicia de Aragón.

En el otro extremo, donde tuerce la vía, desde comienzos del siglo XIX, una inscripción colocada a la altura del número 101 recordaba que allí se acababa Zaragoza: "Esta piedra del antiguo muro indica que aquí está el término de la ciudad". En 2005, la placa desapareció del hueco que llevaba dos siglos ocupando.

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