Ninguna empresa quiere gestionar la publicidad estática de Zaragoza

El contrato que sacó el Ayuntamiento por un valor estimado de 58 millones de euros queda desierto, por lo que el Consistorio seguirá sin ingresar dinero de la actual adjudicataria.

Suporte publicitario en una marquesina de Zaragoza, con la gestión actual de la multinacional JCDecaux
Suporte publicitario en una marquesina de Zaragoza, con la gestión actual de la multinacional JCDecaux
Oliver Duch

Un contrato municipal con un valor estimado de 58 millones de euros no ha encontrado empresas interesadas. El Ayuntamiento de Zaragoza ha visto cómo su propuesta de gestionar la explotación publicitaria de la ciudad (anuncios en marquesinas, mupis y demás elementos) se ha quedado sin ofertas. Se trata de un contrato importante, no solo por el volumen económico que tiene, sino porque de él depende el suministro y mantenimiento de buena parte del mobiliario urbano de Zaragoza, como las marquesinas, los postes con reloj y termómetro, los mupis con recogida de pilas, los aseos o los paneles digitales.

El gobierno municipal aún no ha decidido si pondrá en marcha una nueva licitación, ni qué hará para hacerla más atractiva. Fuentes del área de Servicios Públicos admitieron que sus previsiones "han fallado", ya que confiaban en que el mercado publicitario estuviera en una mejor situación.

Si se redacta un nuevo pliego -con un canon más barato o con más espacios publicitarios- habría que empezar de nuevo un proceso que ha durado más de un año, por lo que probablemente no se podrá adjudicar en el actual mandato de ZEC. Durante este tiempo, se mantendría el contrato actual, en la que una empresa explota los espacios simplemente a cambio del mantenimiento del mobiliario, sin revertir ni un euro a las arcas municipales.

El Ayuntamiento sacó en febrero el concurso fallido. El contrato tenía diez años de duración, con un valor estimado de 58,7 millones de euros. La empresa debía pagar al Consistorio un canon mínimo de 7,4 millones de euros, así como hacer un buen número de inversiones en el mobiliario urbano de la ciudad. Los posibles interesados tenían hasta el pasado 2 de abril para presentar ofertas. Sin embargo, no llegó ninguna.

No fue hasta el 21 de junio, dos meses y medio después, cuando la mesa de contratación propuso declarar desierto el concurso, y hubo que esperar hasta la semana pasada para que el gobierno de Zaragoza lo decretara. Y a pesar de ello, en el perfil del contratante de la web municipal sigue apareciendo como ‘pendiente de adjudicar’.

La empresa que lleva el contrato actualmente, la multinacional francesa JCDecaux, avisó por carta al Ayuntamiento en abril de que no presentaría oferta. En su opinión, “en la actualidad no resulta factible desarrollar una oferta coherente y ajustada económicamente”. Lo achaca a “las grandes inversiones a realizar”. Los ingresos de la concesión dependen de la venta de publicidad y, en opinión de la multinacional, “la recuperación del sector aún está lejos de producirse”.

En el concurso que ha quedado desierto, además del canon de 7,4 millones, el Ayuntamiento exigía al adjudicatario comprar, instalar y mantener 550 marquesinas, más diez adicionales anuales desde el cuarto año del contrato. También debían colocar 65 mupis con contenedor de recogida de pilas usadas, 170 normales, 15 soportes con tecnología digital para información institucional del Consistorio, 40 relojes-termómetro, 8 aseos y 30 soportes de tamaño medio.

JCDecaux, en su escrito, sugiere destinar espacios digitales también a la explotación comercial, y llama la atención sobre el bajo uso que tienen los aseos públicos. Según sus datos, la media es de 10 usos al día. La empresa también advierte de que el número de espacios para explotación publicitaria se reducen, de los 1.340 actuales a 1.277.

El contrato actual y sus prórrogas expiraron hace cinco años, pero lo sigue gestionando su adjudicatario original, JCDecaux. En 2013, cuando terminó, esta empresa podría haberse llevado todas las marquesinas de la red de autobuses de la ciudad. Para impedirlo, el gobierno de la ciudad -entonces en manos del PSOE- acordó con la empresa que dejara de pagar el canon que hasta ahora abonaba, a cambio de mantener las paradas y seguir con el mantenimiento del mobiliario. Esta situación se ha mantenido durante el mandato de ZEC, y previsiblemente continuará así hasta que se adjudique un nuevo contrato, algo para lo que habrá que esperar al menos un año.

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