Varios días sin luz y árboles caídos sin retirar en Parque Venecia tras la gran tormenta

Las consecuencias de la tormenta que sorprendió a Zaragoza durante apenas 10 minutos el pasado miércoles 11 de julio siguen patentes en las calles de la ciudad. Muchos árboles continúan tendidos en la vía pública y algunos barrios han sufrido durante días otras afecciones. Un ejemplo es Parque Venecia, que ha vivido varias noches consecutivas sin luz en algunas de sus vías principales.

La avenida Puente de los Suspiros ha sido la mayor afectada, junto a las calles adyacentes como Tintoretto. “Tras la tormenta, el suministro eléctrico quedó interrumpido. Como en otras muchas zonas de la ciudad en las que se sucedieron otros percances, aquí han tardado en venir a poner solución”, explica el presidente de la Asociación de Vecinos Somos Parque Venecia, José Antonio Andrés.

Muchos residentes de la zona han estado denunciando la situación insistentemente, sobre todo por la “inseguridad que se ha generado”, indica Andrés. La línea N5 del autobús búho que llega hasta Parque Venecia pasa por la avenida Puente de los Suspiros, así que los vecinos protestaron porque “no era lo mejor que el bus circulara por las zonas más oscurecidas, hemos estado intranquilos”, cuenta Rosa Peláez, madre de dos jóvenes y vecina del barrio.

Las quejas de quienes habitan en Parque Venecia también se suceden por el estado en el que se encuentra su arbolado. Igual que en otros puntos de Zaragoza se vio afectado por la tormenta, pero “ver árboles secos que terminan rompiéndose con el viento y que permanecen en el suelo porque nadie los retira es la tónica diaria aquí”, indica Peláez. El representante vecinal coincide en que “es lamentable que en una zona nueva de la ciudad, que se entregó hace apenas siete años, haya un porcentaje tan elevado de árboles que no se han cuidado, se han secado o tienen un riego deficiente”.

Muchos alcorques del barrio están vacíos y los servicios de limpieza “no actúan en ellos, se deja crecer la maleza”, señalan desde la asociación vecinal. Los sistemas de riego no están controlados, por lo que “nos encontramos con frecuencia con que lo que se está regando es la acera y no los pocos árboles que tenemos”, lamenta Peláez. A eso hay que sumar que “el servicio de poda es inexistente”, resalta el presidente del colectivo vecinal.

Otro ejemplo de “dejadez”, según apuntan los residentes de Parque Venecia, es la plaza Marco Polo, cuyo estado lleva años convertido en una queja recurrente. “Es una auténtica barbaridad, no hay ningún tipo de mantenimiento por la contrata de limpieza y la maleza se está comiendo a los pocos árboles vivos”, dice Andrés. El barrio arrastra un problema general con sus solares vacíos, que tal y como manifiestan los vecinos “se encuentran sin uso, sin una perspectiva clara de futuro, llenos de maleza, suciedad y escombros a ambos lados de la calle Carlo Scarpa esquina con la calle Tiziano y la rotonda donde se ubica el nuevo colegio”.

Desde la AVV Somos Parque Venecia solicitaron en los presupuestos participativos que los solares se habilitaran como zonas de estacionamiento de vehículos, pero la Jefatura del Departamento de Conservación y Explotación de Infraestructuras consideró la petición no viable porque la calificación urbanística de las parcelas indica que están destinadas a equipamientos.

La asociación no está satisfecha con los resultados de los presupuestos participativos y muestra su preocupación, puesto que “tampoco sabemos si van a poner en marcha los proyectos que han salido. Es una pena que tengamos dudas sobre si lo que finalmente ha votado la ciudadanía es lo que se va a hacer”, explica el presidente. Más allá de la votación final, el colectivo no está contento con el proceso general y considera que ha sido “un cumulo de fallos, hay asuntos que no se han solventado del año anterior, y eso genera desilusión”.

Para los vecinos de Parque Venecia “hay propuestas que se eliminan sin motivo contundente”,  y a otras se les da una cantidad de dinero en la valoración técnica “que nosotros pensamos que es algo desorbitada”. Un ejemplo es el conjunto recreativo tipo ‘barco pirata’ solicitado para la plaza San Marcos, que se ha cifrado en 160.000 euros. “Ojala nos lo pongan, hay muchos niños en este barrio que le darán uso, pero una instalación de ese tipo a lo mejor con la mitad de presupuesto hubiera sido suficiente”, concluye Andrés.