El barrio rural de Garrapinillos vive desde el jueves inmerso en sus fiestas en honor a la Virgen del Carmen, que se prolongarán hasta el lunes 16 de julio. Unas celebraciones que, según denuncian desde la comisión de fiestas encargada de organizarlas, han estado llenas de trabas y problemas administrativos.

Los festejos taurinos que incluye el programa de fiestas, que hasta este viernes por la mañana estaban todavía en el aire, finalmente se celebrarán, ya que el Ayuntamiento de Zaragoza ha aprobado los permisos necesarios para ello.

Según María Marteles, secretaria de la peña La Cogorza y miembro de la comisión, que ha publicado un comunicado en el grupo de Facebook 'Fiestas Populares Garrapinillos', ellos presentaron todos los documentos requeridos en los pliegos dentro de plazo a través de su gestora taurina. Los permisos fueron denegados en un primer momento el 6 de julio, aunque la resolución debería haberles llegado una semana antes, el 29 de junio.

Tras la primera negativa, recurrieron y este viernes han conseguido hacerse con la autorización. La comisión dice que la oposición del consistorio se debía a que consideraba que la plaza no cumplía con los requisitos necesarios, a pesar de que desde el barrio aseguran que es una infraestructura "homologada por el Gobierno de Aragón". No obstante, fuentes del Ayuntamiento contradicen la versión de los organizadores y aseguran que la solicitud para poder celebrar los actos taurinos se ha realizado esta misma mañana y ha sido aprobada dos horas después.

Algo parecido ha ocurrido con el horario de las verbenas. Marteles explica que solicitaron un permiso hasta las 6.00, tomando como referencia el de años anteriores sin que nunca hubiera habido problemas. No obstante, el consistorio lo denegó y estableció el horario máximo hasta las 4.00.

Finalmente, tras recurrir la decisión, el Ayuntamiento ha permitido que se alargue hasta la hora que los organizadores demandaban. "El jueves por la mañana nos confirmaron que teníamos permiso hasta las 6.00. Tardísimo teniendo en cuenta que la primera verbena era ese mismo día", lamenta la secretaria, que asegura que los continuos cambios y la incertidumbre llegaron a poner en jaque la celebración de los espectáculos y la apertura de la barra.

“Estamos cansados de que ocurra siempre lo mismo. Recibimos por sistema un ‘no’ que luego se convierte en un ‘al final sí”, lo que implica que en muchas ocasiones, tengan que organizar el evento y contratar los servicios necesarios sin saber si realmente el acto se va a terminar celebrando.

A las trabas administrativas se suman también las quejas y denuncias de algunos vecinos del barrio. El pasado sábado 7 de julio se celebró la coronación de las Reinas y posteriormente, una discomóvil para la que tenían permiso hasta las 4.00. "Alargamos la música 15 minutos más del horario permitido y la Policía Local nos entregó la denuncia que alguien había interpuesto a las 4.10", comenta Marteles.

Los actos de 'prefiestas', también a contra reloj

La comisión asegura que esta situación ha sido la tónica general en todas las celebraciones que han llevado a cabo este año, las denominadas 'prefiestas'.

Marteles asegura que los permisos para celebrar la verbena de Halloween llegaron el mismo día de la celebración y que les ocurrió lo mismo con la carpa que pidieron al Ayuntamiento para realizar la comida popular de la Cincomarzada, que llevaron a cabo el sábado 4 de marzo. “La pedimos y nos dijeron que no. Al final, el martes de antes nos dijeron que sí”.

La peña La Cogorza recalca que siempre ha presentado en tiempo y forma los permisos y la documentación necesaria y entienden que "las normas están para cumplirlas", pero “tienen que ser coherentes y no puede ser que dejen tan poco margen de actuación.”

“Todos trabajamos, tenemos familias y además hacemos esto. Y si solo te encuentras problemas y trabas se hace mucho más duro”, explica Marteles.

Por su parte, desde el Ayuntamiento de Zaragoza, aseguran que "a veces el papeleo administrativo se dilata, aunque todo se presente puntualmente". Además, han insistido en que no se trata de un "capricho" del consistorio, sino de "cumplir con lo que establece la Ley de Espectáculos del Gobierno de Aragón".