Más de un centenar de árboles caídos y 300 llamadas a la Policía

Tras la tormenta llega la calma y esta tranquilidad se traduce este jueves en limpieza y tratar de que Zaragoza vuelva a la normalidad, después de los 17 litros por metro cuadrado que descargó esta intensa lluvia el miércoles.

El fenómeno ocurrido este miércoles en la capital aragonesa es conocido como vórtice de rachas, según indica la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet). Además de la lluvia y granizo, también fue acompañado de vientos de 100 kilómetros por hora (registro de una estación meteorológica de Valdespartera), unas condiciones parecidas a las que ya ocurrieron en el aeropuerto de Zaragoza hace diez días. Ante esta situación, la Policía Local recibió más de 300 llamadas de avisos, ha explicado el concejal de Servicios Públicos y Personal del Ayuntamiento de Zaragoza, Alberto Cubero, y los Bomberos han atendido más de 120 servicios. Antes de las tres de la tarde estos aún tenían pendiente unas 20 salidas y continuaban llegando avisos, sobre todo de achiques de agua de calles, bajos, garajes y comercios. "Ha sido una mañana intensa y los achiques son mucho más lentos que la retirada, por ejemplo, de árboles o ramas".

Ambos cuerpos, Policía y Bomberos, tuvieron que prolongar sus turnos de trabajo para atender todos los servicios. Además, han señalado que numerosos vecinos ayudaron a apartar troncos y a limitar las afecciones. El arrastre de las hojas y el granizo hizo que se bloquearan los desagües en numerosas calles y en consecuencia se crearon grandes balsas de agua en algunos puntos de la ciudad.

"Hay 500 trabajadores del servicio de limpieza y 200 del servicio de parques y jardines trabajando única y exclusivamente para que Zaragoza vuelva a la normalidad", ha especificado Cubero. Desde que comenzó la lluvia hasta este jueves por la mañana los Bomberos han realizado 80 servicios, la gran mayoría por árboles y ramas. Pero también hubo afecciones en viviendas por el desprendimiento de tejas e inundaciones de garajes, bajos y huecos de ascensor inundados. En la mañana de este jueves, todavía quedaban pendientes 40 servicios, aunque menos graves, que serán atendidos en función de la gravedad de los hechos.

Los servicios municipales cifran en más de un centenar los árboles y ramas de grandes dimensiones caídas como consecuencia de la fuerte agua, una veintena de ellos se desplomaron en el corazón verde de la ciudad, el parque de José Antonio Labordeta. La tormenta entró por la zona de Romareda y atravesó Fernando el Católico, Gran Vía, Sagasta y Constitución, las zonas más afectadas, según han informado los expertos. Los equipos de poda están en estos momentos centrados en los árboles caídos en viales y desde primera hora se están retirando troncos y ramas, una labor que llevará días. Están trabajando en estos momentos 5 equipos de poda (los operarios que tienen formación específica con motosierras), y el resto de trabajadores de la empresa está ayudando a retirar ramas pequeñas.

En cuanto a limpieza pública, se puso al servicio de Bomberos para ir acudiendo de apoyo a los avisos que iban llegando. Los barrenderos se están centrando desde este miércoles por la noche en la limpieza de sumideros.

Zonas afectadas

Durante este jueves permanecerá cerrada la piscina del Palacio de los Deportes (El Huevo) por caída de dos árboles hacia la calle.

El Centro Cívico de Valdefierro volvió a sufrir inundaciones, también ha habido problemas con el agua en el Centro Cívico de Delicias.

Varias Casas de Juventud se vieron obligadas a cerrar el miércoles sus puertas debido a las inundaciones provocadas por la tormenta, fundamentalmente a causa de goteras. Es el caso de Movera, Las Fuentes, Miralbueno, Casablanca y La Jota que este jueves todavía no podrán prestar servicio. También se han producido daños en Santa Orosia (en Delicias) y en la biblioteca Ricardo Magdalena (en Las Fuentes)

Hasta los museos de las Termas, el del Teatro Cesaragusta, el del Puerto Fluvial y el del Foro también tuvieron algún tipo de inundación. Este último permanecerá cerrado este jueves. También entró algo de agua al Teatro del Mercado, mientras que en el Auditorio, la tormenta de ayer afectó a la cubierta de la Sala Multiusos, con la fuerza del viento, se levantó una de las planchas de cobre del tejado de dicha sala, lo que dejó un agujero que es necesario reparar.

Por otro lado, la Santa Capilla de la Virgen del Pilar y la cripta de la Basílica han reabierto este jueves con total normalidad. El agua entró en la Basílica desde la plaza del Pilar ya que los tres sumideros de la plaza no daban abasto para absorber todo el agua que caía. De este modo, hubo una "pequeña inundación" en la Santa Capilla y la cripta, si bien el Altar Mayor no se vio afectado en ningún momento y continuó abierto al culto toda la tarde hasta el cierre del templo.