El avance de la reforma interior del Mercado Central permite apreciar su estructura original

Los técnicos investigan cuál era el color primitivo del forjado para reproducirlo.

El mercado recuperará el aspecto diáfano que marcará su nueva etapa tras la rehabilitación.
El avance de la reforma interior del Mercado Central permite apreciar su estructura original
Oliver Duch

Tal y como el arquitecto Félix Navarro lo ideó en 1903, el Mercado Central de Zaragoza comienza a recuperar 115 años después su esencia diáfana. Los trabajos de reforma que se iniciaron el pasado 11 de junio avanzan a buen ritmo y ya permiten apreciar la estructura original de la lonja. Prácticamente la mitad de los antiguos puestos han sido víctimas de la piqueta y las fachadas acristaladas también han desaparecido.

Tras haber eliminado las cañerías y las instalaciones de luz que no se van a reutilizar, el objetivo de los responsables de la obra es haber concluido con las labores de derribo este mismo mes, para ocupar el mes de agosto en reforzar la estructura. "Vamos bastante rápido, el ritmo es bueno", reconoció el lunes José Antonio Aranaz, arquitecto municipal y director del proyecto de rehabilitación. "Ya podemos apreciar toda la cubierta, que hasta ahora no se podía ver", destacó.

Además, los técnicos han hecho las primeras catas en profundidad –ahora que la ausencia de actividad en el mercado lo permite–, en las que, según Aranaz, no ha aparecido ninguna sorpresa desagradable, pero que sí han puesto de manifiesto la necesidad de "reforzar la estructura según lo previsto". Al margen de la limpieza de los forjados, se consolidarán las pilastras, que han cedido por la presión del viento sobre el inmueble, en especial desde que se instalaron las planchas laterales –ahora en destrucción–, que hicieron de vela.

14 manos de pintura

Para todos estos trabajos, el Consistorio cuenta con un equipo de restauradores profesionales que velan por que todo elemento destacable de la histórica lonja sea conservado adecuadamente. Por ejemplo, las vallas de forja del perímetro exterior han sido retiradas y numeradas para recuperar el brillo del primer día en el taller. Asimismo, se actuará sobre las chapas esmaltadas y pintadas al óleo que representan los principales alimentos. Estaban colgadas a cierta altura y habían pasado inadvertidas para muchos clientes, que ahora las verán en todo su esplendor.

El alcalde de la ciudad, Pedro Santisteve, destacó por ello la "investigación arqueológica" que se está llevando a cabo en el mercado. Entre otros motivos, reveló que los técnicos están investigando cuál era el color original de su estructura metálica, con la idea de recuperarlo.

"Estamos haciendo pruebas para saber cuál es, porque tenemos la memoria del proyecto manuscrita, pero no habla en ningún momento del color", explicó Aranaz, que detalló que se tomarán muestras de las forjas más elevadas, "donde menos se tocó" para llegar hasta la primera imprimación. De hecho, según reveló el primer edil en una de las numerosas visitas de obras que le esperan en las próximas semanas, en algunas piezas "hay hasta 14 manos de pintura".

El arquitecto municipal detalló igualmente que se está estudiando un sistema para evitar la entrada de pájaros, en especial palomas, al edificio. Previsiblemente se instalará una malla especial para este tipo de misión, de la manera más discreta posible. El coste de la obra de restauración asciende a 8,7 millones de euros, a los que habrá que sumar otros 7 para el equipamiento.

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