El policía retirado que salvó a Alma: "Sentí una alegría inmensa cuando lloró la niña, la misma que siento ahora"

Andrés Barreiro fue uno de los dos agentes de la Policía Nacional que atendieron a la pequeña Alma Candelas al poco de venir al mundo, un 27 de agosto de 1999, en el patio de su casa de Garrapinillos.

El agente ya jubilado de la Policía Nacional que le salvó la vida a Alma, en una etapa del Camino de Santiago, donde se encuentra actualmente.
El agente ya jubilado de la Policía Nacional que le salvó la vida a Alma, en una etapa del Camino de Santiago, donde se encuentra actualmente.
A. B.

Han pasado 19 años, pero Andrés Barreiro (un policía nacional ya retirado que está haciendo actualmente el Camino de Santiago) recuerda "como si fuera ayer" el que ha sido su momento más "emotivo" en sus 28 años de servicio en el 091

"Estando allí me ha pasado prácticamente de todo; pero un nacimiento así fue la única vez... Nunca habíamos vivido nada igual y fue impresionante ver a la madre allí sentada en una silla, la chica en el suelo de un patio grande que tenían... Esas cosas te marcan", dice emocionado al recordar aquella escena de la que él también fue protagonista en el año 99.

Cuando él y su compañero de patrulla, José Maria Mavilla, llegaron a la finca en la que se puso repentinamente de parto Valvanera, la mamá de Alma, esta ya había dado a luz a la pequeña en el patio de su casa de Garrapinillos (donde ambas residían por entonces). "Lo recuerdo igual igual que si fuera ayer -asegura el policía-. Nos costó un poco encontrarla, pero fuimos los primeros en llegar. La chica estaba en el suelo, no se movía ni nada, y estaba con el cordón umbilical para arriba. La recogí, le apreté con los dedos el cordón y la subí por encima de la madre para que le bajara la sangre, pero no reaccionaba", relata.

"A los pocos segundos -continúa- en cuanto vi que el color le cambiaba y no estaba ya tan negrica (porque la encontramos toda amoratada), le di unas palmadas en el trasero y en la espalda, y parece que fue cuando reaccionó y empezó a sentir. No soy médico para certificar eso, pero cuando la cogí del suelo pensé que estaba sin vida...", recuerda el policía.

Barreiro, al que todavía conocen en el cuerpo por su apellido, se encuentra actualmente haciendo el Camino de Santiago, y la satisfacción que ha sentido en esta etapa al recibir la noticia de que una joven Alma les estaba buscando para darles las gracias por salvar su vida aquel día solo es comparable con la que sintió aquel 27 de agosto de 1999. "Fue a los segundos, casi instantáneo. Le empezó a cambiar el color y recuerdo que empezó a llorar y yo sentí una alegría inmensa, como la que estoy sintiendo hoy todo el camino", contaba ilusionado este martes a HERALDO.es, minutos después de que un antiguo compañero suyo compartiera la noticia en un grupo que mantienen en Facebook y se viera reconocido a sí mismo.

"Se han enterado toda mi familia y amigos, y todo el mundo me está llamando. Se acuerda hasta mi hija, que tendría entonces 11 años, y lo recuerda de contarlo en casa aquel día. Son cosas que no se olvidan y de vez en cuando aún lo cuento, como otras malas y otras buenas que hemos tenido... Es bonito recordar", dice con tono emotivo. 

Un reencuentro muy esperado

Al igual que Alma, también Andrés conserva "en una carpeta en casa" varios recortes de periódicos de la época, entre los que "es muy posible" que se encuentre la historia del particular nacimiento de esta zaragozana. Con su compañero de patrulla de aquel día, Mavilla, todavía mantiene contacto. "Él sigue en activo. Nos vemos poco, pero tenemos el teléfono, el Facebook y todo eso. Esta mañana cuando han puesto la noticia en el grupo de whatsApp y he visto la foto de la chica, digo '¡anda, si me parece que es la que atendimos Mavilla y yo!", comenta entre risas.

En la actualidad, Barreiro -que nació en La Coruña pero ha vivido en Zaragoza desde los 14 años- lleva ya más de seis años retirado, tras pasar 28 de sus 35 años de servicio como policía al frente del 091. "Me jubilaron en la comisaría del Arrabal el Día del Padre, el 19 de marzo de 2013, por mi enfermedad de los oídos. Yo no oigo muy bien desde jovencico y recuerdo que aquel día fue mi compañero el que oyó la ambulancia y salió a buscarla para que vinieran los sanitarios hasta donde estábamos nosotros en la finca", detalla Barreiro, quien lleva en la actualidad un implante coclear.

Hoy lleva 85 kilómetros de camino recorridos, y aunque está "agotado", asegura que el gesto que ha tenido Alma con ellos ha sido un "revulsivo" para seguir caminando "con mucha emoción" hacia Santiago.

El policía (ya retirado) que salvó a Alma: Sentí una alegría inmensa cuando lloró la niña, la misma que estoy sintiendo hoy

El policía nacional (ya retirado) Andrés Barreiro, en una etapa de su camino a Santiago (sobre el nacimiento del río Tajo). 

A su llegada al albergue, mientras se quita las botas, piensa en cómo será el reencuentro con esta familia. Todavía no le han puesto fecha, pero prevén que sea pronto. Alma, por su parte, no oculta tampoco la emoción que siente ahora mismo. "¡Qué ilusión, madre mía! No he hablado con ninguno todavía, pero me ha llamado a primera hora un compañero jubilado de ellos, y ya me ha dicho que en cuanto puedan se ponen en contacto conmigo. Estoy súper emocionada de que todo se haya conseguido tan rápido. Toda mi familia y amigos me apoyan y están igual de ilusionados que yo con la noticia. De verdad que no me lo esperaba...", cuenta con una sonrisa.

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión