Un homenaje de ley para Epifanio López

El jurista, ex fiscal del Tribunal Superior de Justicia de Aragón y mítico preparador de opositores Epifanio López Fernández Gamboa ha sido recordado en Zaragoza, en un acto al que ha asistido fiscal general del Estado, Julián Sánchez Melgar, entre otros.

José María Rivera, José Manuel Bandrés, Manuel Bellido, Julián Sánchez Melgar, Javier Moscoso, Antolín Herrero y Pía Lardiés, durante el acto celebrado en el TSJA.
osé María Rivera, José Manuel Bandrés, Manuel Bellido, Julián Sánchez Melgar, Javier Moscoso, Antolín Herrero y Pía Lardiés, durante el acto celebrado ayer en el TSJA.
José Miguel Marco.

Noble, culto, inteligente, discreto, gran conversador, dotado de sentido del humor, coherente, comprometido y, sobre todo, generoso. El ex fiscal jefe del Tribunal Superior de Justicia de Aragón (TSJA) Epifanio López Fernández Gamboa, fallecido a los 95 años de edad el pasado 22 de marzo en Zaragoza, recibió ayer un sentido y cariñoso homenaje de muchos de los que fueron sus alumnos y de otros que, sin serlo, conocían que su nombre era sinónimo de jurista transmisor de los valores que dan sentido a la Justicia.

«Si, como dijo Abraham Lincon, el compromiso es lo que convierte una promesa en realidad, Epi lo hizo», manifestó Manuel Bellido, presidente del TSJA, uno de sus destacados discípulos, al igual que un buen puñado de juristas que quisieron mostrarle su afecto. «Era un preparador que interiorizaba el éxito y el fracaso de los alumnos», dijo Bellido, quien destacó que Epifanio López facilitó la progresión social de personas con talento y de origen humilde.

El fiscal superior de Aragón, José María Rivera, otro de sus alumnos, fue el encargado de abrir el acto y loar su figura, para lo que se ayudó de las palabras dedicadas por otro fiscal José Luis Hedo, recientemente en HERALDO. El acto fue presidido por el actual fiscal general del Estado Julián Sánchez Melgar, que estuvo acompañado por uno de sus antecesores y probablemente el «más viejo» de sus alumnos, Javier Moscoso, ministro de Presidencia en el primer Gobierno de Felipe González y «padre» de los días de permiso para asuntos particulares que disfrutan los funcionarios en España y que llevan su nombre. Moscoso afirmó que con Epifanio López aprendió la «satisfacción» de ser fiscal, de lo que siempre se han sentido orgulloso, y recordó, como todos, los años de preparación de la oposición junto al «maestro» y el «eficiente» y «especial» método con el que preparaba a los aspirantes.

Alavés de nacimiento y con sentimiento aragonés, dejó una lista con 800 fiscales, magistrados, letrados de la administración de Justicia y notarios aprobados, entre ellos fiscales de Sala del Supremo, como Antolín Herrero, Javier Zaragoza, Fidel Cadena, Elvira Tejada o Mª Ángeles Montes y magistrados del alto tribunal como José Manuel Bandrés u Octavio Herrero; magistrados como el expresidente del TSJA Fernando Zubiri o Luis Pastor. También a notarios, como Honorio Romero. Y preparó a dos justicias de Aragón, el actual, Ángel Dolado, y al que recientemente ha dejado el cargo, Fernando García Vicente, promotor de este acto junto a José Manuel Bandrés.

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