Los alcorques de La Jota “entorpecen el paso y son nidos de suciedad”

Los vecinos dicen llevar años esperando soluciones, como la instalación del riego por goteo o la reducción del tamaño de estos huecos al mínimo necesario.

Uno de los alcorques de La Jota
Los alcorques de La Jota “entorpecen el paso y son nidos de suciedad”
L. M.

Las calles del núcleo central del barrio de La Jota datan de los años 70, y tras urbanizarlas “se llenaron de árboles”, recuerda Juan Antonio Andrés, presidente de la asociación vecinal. Por ello, cuentan con grandes alcorques que acogen una media de tres árboles (con el paso del tiempo se han ido perdiendo ejemplares) y que carecen de riego por goteo. Su gran extensión reduce el tamaño de las aceras, lo que en las vías más estrechas supone un problema: “El barrio crece, circulan más personas por sus calles, y si sumas carritos de bebés y sillas de ruedas hay aceras intransitables”, señala Andrés.

Algunos vecinos como Isabel Pascua añaden que “corremos el riesgo de tropezarnos y caer a los huecos, y además, si llueve los barrizales que se forman son tremendos.  Entorpecen el paso y son nidos de suciedad”. Las calles más afectadas son las de José Oto, María Virto, Felisa Galé, Molino de las Armas o Pascuala Períe. Se trata de las vías donde están concentrados el mayor número de los establecimientos comerciales que quedan abiertos, por lo que son calles transitadas y por ello sus vecinos exigen “soluciones para hacerlas más cómodas y accesibles”, dice Pascua.

Andrés explica que este asunto lleva siendo reclamado al Ayuntamiento de Zaragoza “desde tiempos antiquísimos”, para conseguir que se establezca el sistema de riego por goteo o que se reduzca el tamaño de estos elementos. En 2008, se realizaron dos intervenciones a modo de prueba en la zona con el fin de buscar la solución idónea. La primera, en los números impares de la avenida de La Jota, donde se cubrieron tres alcorques con un gránulo de goma; la segunda, en los pares de la avenida, donde elevaron los huecos con jardineras para ganar centímetros de acera.

En 2012, desde la asociación de vecinos preguntaron al Ayuntamiento por la evolución de las intervenciones, ya que la del gránulo de goma necesitaba un periodo de revisión de al menos dos años para comprobar que los árboles seguían recibiendo agua de manera adecuada. “En ese momento nos dijeron que estaban acabando los estudios, pero ya estamos en 2018 y no hemos vuelto a saber nada del asunto”, lamenta el presidente del colectivo vecinal.

Este año se ha hecho llegar a los presupuestos participativos, a través de la Junta Municipal de El Rabal, una propuesta para arreglar los alcorques y zonas ajardinadas del barrio. “Nos tienen que dar una solución a esto, creo que es algo tan sencillo como recortar estos huecos al mínimo necesario”, considera Andrés. Así, los vecinos de la zona dicen que se evitarán “barrizales, aguas estancadas y acumulación de necesidades de animales, porque aún hay mucho dueño que saca a pasear a sus perros y deja ahí los excrementos”, apuntan dos residentes en la avenida de La Jota.

El Comité Municipal del Partido Aragonés (PAR) de Zaragoza se ha sumado a los vecinos para reclamar actuaciones urbanísticas de "calado" en la avenida de la Jota y las calles adyacentes, para favorecer tanto al vecindario como a los comerciantes. Según el PAR, hay zonas del barrio pendientes de actuaciones "desde hace años" por parte del Ayuntamiento y a la falta de zonas verdes cuidadas añaden que hay “aceras en mal estado, ausencia de mobiliario urbano y de iluminación”.

El presidente de la asociación vecinal afirma que en las calles y parques de La Jota hay escasez de bancos, y que hay casos como el de la calle de Los Caracoles en la que hace 10 años un vecino denunció que se traficaba con drogas en uno de los bancos y la solución fue “llevarse todo el mobiliario urbano de la vía tras la protesta”, cuenta Andrés.  El portavoz vecinal también indica que hay ausencia de bancos en zonas tan transitadas como la plaza situada en frente del colegio de La Jota.

Desde el PAR consideran necesario “modernizar el barrio” para evitar su deterioro y solicitan actuaciones “de manera urgente” en vías tan concurridas como la avenida de la Jota o la calle de José Oto, “especialmente dinamizadas por el comercio”. Para la asociación vecinal “hay que cuidar nuestras calles y favorecer el desarrollo del comercio”, porque los establecimientos próximos y dinámicos “hacen el barrio más seguro y amable”, concluye.

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